El Gobierno decidirá "en los próximos días" enviar al menos 140 militares más a Afganistán

El Gobierno decidirá "en los próximos días" enviar al menos 140 militares más a Afganistán. La duda está en si el refuerzo se acomete de manera inmediata, como reclaman los mandos militares, ante el deterioro de las condiciones de seguridad, o si se espera al relevo del actual contingente de la Legión por la Brigada Paracaidista, previsto para mediados de junio.

"Inicialmente nuestra posición no era la de aumentar los efectivos para esa misión de reconstrucción", admitió ayer la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, en los desayunos informativos de Europa Press. "[Pero] sí que estamos estudiando, debido a los últimos incidentes que se han producido, la posibilidad de aumentar el contingente en función de dar una mayor protección y seguridad a nuestras tropas allí", agregó.

Las declaraciones de Fernández de la Vega suponen un giro respecto a las que hizo el pasado martes, en la Cadena SER, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero. "No está en la intención del Gobierno elevar el número de tropas", dijo, salvo que hubiera "fundadas razones para proteger mejor" a los soldados.

Entre los últimos incidentes a los que aludía Fernández de la Vega figura el ataque con armas ligeras contra una patrulla de la Legión, el pasado sábado, 60 kilómetros al sur de Herat.

Petición del Estado Mayor

Hace más de dos semanas que el jefe del Estado Mayor de la Defensa, Félix Sanz, presentó al entonces ministro José Bono la solicitud formal para incrementar en al menos 140 efectivos los 540 desplegados en la zona.

Parte del aumento, unos 60 soldados, serviría para formar una compañía de seguridad en el destacamento español de Qal-e-Naw, que ahora sólo dispone de una sección de protección con 30 legionarios. Otra parte se dedicaría a reforzar las capacidades de desactivación de explosivos y sanidad de la Compañía de Reacción Rápida (QRF), desplegada en Herat, de forma que cada sección de dicha compañía que salga de patrulla disponga de medios para desactivar artefactos y estabilizar posibles heridos.

Además, se quiere reforzar con una decena de militares la representación española en el Centro Regional de Coordinación de Herat, ahora casi monopolizado por italianos. La reorganización de la OTAN en Afganistán supondrá que este centro asuma funciones de mando sobre todas las tropas en el oeste del país, incluidas las españolas.

Por último, el Estado Mayor de la Defensa ha propuesto destacar en Herat un avión de transporte C-295 para que los militares españoles que deban desplazarse no tengan que esperar a que se envíe un Hércules desde Manás (Kirguizistán) o Kabul.

Fuentes gubernamentales no dudan de que el refuerzo se llevará a cabo, aunque no pueden precisar cuándo. Una posibilidad es hacerlo coincidir con el próximo relevo del contingente, pero algunas carencias, como la protección de la base de Qal-e-Naw, se consideran muy urgentes. Hay que tener en cuenta que este destacamento está casi aislado y sería muy difícil evacuar a sus miembros en caso de un vuelco repentino de la situación.

El anterior ministro de Defensa, José Bono, ya impuso una moratoria a la petición del jefe del Estado Mayor de la Defensa y no le autorizó a presentársela hasta días antes de cesar en el cargo. El nuevo ministro, José Antonio Alonso, tampoco quiere decidir hasta disponer de información de primera mano.

Además, la nueva Ley de Defensa Nacional, en vigor desde noviembre, exige que cualquier incremento sea aprobado por el Parlamento. Alonso ha pedido comparecer ante el Congreso, pero aún no hay fecha para su comparecencia y ésta no puede sustituir la votación formal del refuerzo.

El tiempo se agota también para aprobar la participación española en la misión de la UE en Congo. España ha ofrecido colaborar con una compañía de Infantería a la operación, que liderará Alemania, pero aún no hay decisión formal. Las elecciones serán el 18 junio y los soldados deberían vacunarse al menos dos semanas antes de su partida.