Jordania acusa a Hamás de introducir armas en su territorio
La anulación del viaje del ministro de Exteriores palestino a Ammán aísla más al grupo integrista
El Gobierno palestino, encabezado por el grupo integrista Hamás, sigue coleccionando enemigos en un momento crítico tanto en lo político como en lo económico. La Autoridad Nacional Palestina (ANP) está al borde de la bancarrota. Ayer Jordania anuló la visita a Ammán del ministro palestino de Exteriores y uno de los principales líderes integristas, Mahmud Zahar, alegando que Hamás está introduciendo en su territorio armas y explosivos.
El Ejecutivo palestino rechazó y condenó las acusaciones jordanas. "Son mentiras, alegaciones que contradicen nuestra política. Todo el mundo sabe que la guerra de Hamás es contra la ocupación de nuestra tierra y que no tenemos interés en intervenir en asuntos internos de otros. Lamentamos que Jordania utilice esa técnica para justificar la cancelación de la visita en el último momento", se defendió ayer el portavoz de Hamás, Sami Abu Zuhri. Otros dirigentes elevaron las críticas a un tono sin precedentes contra el reino hachemí.
Horas antes de viajar a la capital jordana para seguir su campaña de recogida de fondos, Zahar recibió la notificación del Gobierno de Ammán. El portavoz de éste, Nasser Judeh, anunció que "la visita queda suspendida hasta nuevo aviso tras la confiscación de misiles, explosivos y armas automáticas en posesión de activistas de Hamás que pretendían introducir dicho arsenal en nuestro país". Los Hermanos Musulmanes, el principal partido de la oposición en Jordania, arremetió contra la decisión del Gobierno. Uno de sus líderes, Jamil Abu Bakr, señaló que "Jordania ha cedido a las presiones de EE UU y de los sionistas".
El enfrentamiento con Jordania no ayudará al Gobierno de Ismail Haniya en su intento de recaudar dinero para luchar contra el déficit de la ANP, agravado desde la subida al poder del movimiento integrista y la suspensión de las ayudas directas de la UE, EE UU y otros países. Hay que añadir también el bloqueo en la transferencia de los impuestos mensuales (50 millones de dólares, 41 millones de euros) que Israel recauda.
Crítica situación financiera
Las cifras no engañan: la ANP debe 520 millones de euros a los bancos que funcionan en territorio palestino y otros 540 millones a empresas privadas. En este sentido, el Fondo Monetario Árabe (FMA), que incluye a 20 países, anunció ayer que enviará 41 millones para aliviar la difícil situación económica de los palestinos. "Es una ayuda humanitaria que no llegará directamente al Gobierno de Hamás", declaró una fuente del FMA. "Hemos acordado dar el 10% de los beneficios del año pasado al pueblo palestino", detalló el director general, Jasem al Mania.
Los tres diputados de Hamás que viven en Jerusalén Este han anunciado que recurrirán contra la decisión del Gobierno israelí de revocar su permiso de residencia. Los tres, que ayer se reunieron con diputados árabes israelíes, pretenden presentar un recurso ante el Tribunal Supremo de Israel y colaborarán con asociaciones de derechos humanos israelíes. "Usaremos todos los canales legales para evitar esta medida arbitraria, que sólo es otro intento de doblegar la voluntad popular de los palestinos", decía uno de los diputados, Mohamed Abu Ter.
La medida fue una de las tomadas por el primer ministro israelí, Ehud Olmert, en respuesta al atentado suicida de un militante palestino de Yihad Islámica que acabó con la vida de nueve personas el pasado lunes en Tel Aviv. Fuentes de la cúpula militar dijeron ayer que, de momento, "Olmert prefiere dar tiempo al tiempo y elegir el camino de la contención. Pero la realidad es que tarde o temprano deberemos aplicar una política de mayor contundencia para evitar los atentados terroristas". Israel continuaba ayer en máxima alerta.
Otra de las medidas aprobadas fue acelerar la construcción del muro alrededor de Jerusalén. Sobre este proyecto, el Tribunal Supremo desestimó ayer el recurso presentado por palestinos del norte de Jerusalén que exigían no continuar con la construcción del paredón cerca de varias localidades, como las de Qalandia o Beit Hanina. Los jueces israelíes dieron el permiso al Estado para completar la construcción del muro alegando que "no perjudicará ni restringirá los viajes de los palestinos en esas zonas".
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