El Gobierno avisa de que el diálogo sobre Euskadi se debe atener a la Constitución
El Ejecutivo socialista insiste en que "antes de subir cualquier escalón hay que consolidar la paz"
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se guiará por la Constitución, la legalidad y los grandes acuerdos en el momento de abordar la cuestión política vasca y en respuesta a las demandas nacionalistas con motivo del Aberri Eguna (Día de la Patria Vasca), según señalan fuentes de su entorno. Antes de abordar las cuestiones políticas, el presidente del Gobierno pretende consolidar el proceso de paz en el País Vasco. "No se puede subir al escalón siguiente sin haber asentado el primer escalón", señalan expresivamente las mismas fuentes de La Moncloa.
El incipiente proceso de paz del País Vasco se va a desarrollar paso a paso y sin precipitaciones. "Lo importante, ahora, es verificar que la violencia de ETA ha cesado en todos sus extremos. Para ello, el presidente del Gobierno se tomará el tiempo que sea necesario y no comparecerá en el Congreso hasta que la constatación del final de la violencia tenga un alto grado de credibilidad", según señalan colaboradores del presidente del Gobierno.
Las mismas fuentes recalcan que aunque el propio presidente del Gobierno señaló, a los pocos días de la declaración del alto el fuego permanente de ETA, que su comparecencia en el Congreso podría ser en junio, esa decisión está subordinada a que la verificación del alto el fuego permanente de ETA sea realmente efectiva.
Este grado de exigencia al que se ha comprometido el presidente Zapatero es, según recuerdan los socialistas, muy superior al que se impuso el anterior jefe del Ejecutivo, José María Aznar, que autorizó el diálogo de su Gobierno con ETA, en noviembre de 1998, y tan sólo mes y medio después de que ETA declarara el alto el fuego indefinido, con un aumento de la actividad de la kale borroka y sin que hubiera cesado la extorsión de la banda a empresarios y profesionales vascos.
El mensaje de desarrollar el proceso de paz paso a paso y a su tiempo para evitar los errores de otros procesos precedentes será una de las claves que el presidente del Gobierno trasladará a los portavoces de los grupos parlamentarios en las reuniones que hoy empiezan con el representante del PNV, Josu Erkoreka, al que seguirán en días sucesivos el de Coalición Canaria, Paulino Rivero, y el de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares.
En este sentido, Zapatero concede especial importancia a separar el proceso de paz del País Vasco, que afecta, en primer término a las conversaciones entre el Gobierno y ETA, del proceso político, que afecta a los partidos políticos, en el que está pendiente, además, la reforma del Estatuto de Gernika.
La relevancia de esta respuesta es aún más clara para Zapatero, ante las declaraciones del lehendakari, Juan José Ibarretxe, de anteayer, domingo, con motivo del Aberri Eguna. Ibarretxe dio por finalizada la violencia de ETA y añadió que ha llegado el momento de que se reconozca al pueblo vasco a decidir su futuro y que éste se pacte sobre la base de los derechos históricos. "La única Constitución de los vascos son los derechos históricos", dijo Ibarretxe.
Después del verano
La Moncloa no contempla, por el momento, y al menos hasta pasado el verano, abordar las cuestiones políticas. "Primero la paz y luego la política", fue el mensaje que dirigió Zapatero a Ibarretxe en la entrevista que mantuvieron en La Moncloa hace tan sólo quince días y que el lehendakari dijo asumir en la rueda de prensa posterior al encuentro. El Gobierno cree necesario separar ambos procesos -el de paz y el político- para que uno no contamine al otro. El Gobierno parte de la base de que los fracasos de los dos procesos de paz anteriores -el de Argel, de 1989, con Felipe González como presidente, y el de Suiza, de 1999, con José María Aznar- tuvieron como causa la mezcla del proceso de paz propiamente dicho con las reivindicaciones políticas de los partidos nacionalistas.
En este sentido, uno de los principales antídotos con los que cuenta Zapatero para convencer a los partidos que "no incurran en ese error" es la ronda con los líderes de los partidos y los grupos parlamentarios. Zapatero concede, con este objetivo, especial importancia a las relaciones con el presidente del PNV, Josu Jon Imaz; con el lehendakari, Juan José Ibarretxe, y en el futuro con Arnaldo Otegi, cuando la izquierda abertzale sea legalizada si cumple con la Ley de Partidos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Juan José Ibarretxe
- Aberri Eguna
- Declaraciones prensa
- José Luis Rodríguez Zapatero
- Abandono lucha armada
- Fiestas autonómicas
- Presidencia Gobierno
- Negociaciones ETA
- Orden público
- Seguridad ciudadana
- Gobierno
- País Vasco
- Proceso paz
- Gente
- Fiestas
- ETA
- Administración Estado
- España
- Grupos terroristas
- Conflictos
- Política
- Administración pública
- Terrorismo
- Justicia
- Sociedad