La cantante Aynur da voz a la mujer kurda en Turquía

Aynur, portada de revistas musicales europeas, nació en una familia kurda al este de Turquía. Ya se puede oír kurdo en las radios y televisiones del Estado turco -algo impensable hasta hace pocos años-, y ella canta en ese idioma en su nuevo disco Nûpel (Nueva página). La joven cantante, una de las protagonistas del documental Crossing the bridge, actuó por primera vez en España el pasado verano y volverá en julio.

Un juez de la ciudad de Diyarbakir ordenó el secuestro de su disco anterior, Keçe Kurdan (Chica kurda), por considerar que la canción que le da título incitaba a las mujeres a echarse al monte y fomentaba el separatismo: "Alzaos, chicas, haced oír vuestras voces en el mundo. / Os esperan cosas difíciles en las alturas. / Y es que las mujeres ahora avanzan, estudian". "Es una canción feminista, y yo estaba llamando a las jóvenes a unirse para rebelarse contra el feudalismo", asegura.

No hace tanto que los programas de radio en kurdo o armenio estaban prohibidos en Turquía. Aynur cree que la candidatura a la Unión Europea de su país contribuye a la apertura política: "Se nota un esfuerzo. Hace diez o quince años hubiera sido muy difícil llegar al punto en que me encuentro. También la sociedad turca ha cambiado mucho. Y, en general en el mundo, se ha empezado a darle más importancia a las minorías".

Nació en 1975 al sureste de la península de Anatolia. "Las mujeres siempre estaban cantando. Se enseñaban canciones que conocían de sus padres o abuelos. Y transmitían la cultura de forma oral a través de leyendas, poemas o canciones", cuenta.

La foto para la portada de Nûpel se tomó en la pasada edición de La Mar de Músicas. "Intento, sin renunciar a mi cultura, abrirla a otras influencias. La diversidad de Estambul, donde puedes ver lo más rico y lo más pobre en la misma calle o en la paralela, me ha permitido descubrir otro tipo de belleza". Aynur es una de las protagonistas de Crossing the bridge, el documental de Fatih Akin, autor de la premiada Contra la pared, que refleja las nuevas tendencias musicales a orillas del Bósforo. Canta en un viejo baño turco. "Donde más placer he sentido cantando, sin micrófono, todo natural". Llegó con 16 años a la antigua Constantinopla. "Pensaba que me iba a perder en aquella ciudad y que no volverían a encontrarme. Si no es por la música, yo no podría vivir entre tanta gente".