El fotógrafo retrató a su asesino

El destino quiso irónicamente que la última foto de Jorge Aguirre fuese la que diese la vuelta al mundo. El reportero gráfico venezolano, herido de muerte, dio en el blanco con lo que siempre fue su arma reglamentaria, la cámara, y logró registrar la imagen de su asesino. Pocas horas más tarde, Aguirre, de 60 años, expiró en el Hospital Universitario de Caracas. El ministro del Interior y Justicia, Jesse Chacón, aseguró que la imagen ayudará a localizar al homicida.

El asesino se acercó al automóvil de la Cadena Capriles, que edita los diarios Ultimas Noticias y El Mundo, y le ordenó al conductor que se detuviera. Como el motorista iba de civil, desde el coche le preguntaron quién era y el hombre respondió: "Es la autoridad". Luego disparó varias veces, alcanzando a Aguirre en el tórax. "Era imposible que se salvara, la bala lo bandeó de un costado a otro", comentaban sus colegas ayer en una marcha organizada por el Sindicato de la Prensa y el Círculo de Reporteros Gráficos. Nadie se explica cómo no murió en el acto y tuvo arrestos para seguir tomando fotos.

Nadie sabe tampoco cuál era la autoridad a que hizo referencia el pistolero. El ministro Chacón no descarta que éste fuese un policía, aunque advirtió de que la moto es de baja cilindrada y por tanto no pertenece al parque de seguridad.

Por su parte el alcalde, Juan Barreto, insinuó que podría ser un extremista antigubernamental, en busca desde hace tiempo de un periodista muerto para demostrar que el presidente Hugo Chávez es enemigo de la libertad de prensa.

Jorge Aguirre militaba en la organización Periodistas por la Verdad, integrada principalmente por reporteros simpatizantes del gobierno de Chávez y muy críticos con los dueños de los medios de comunicación. La muerte de Aguirre se produjo en medio de una de las manifestaciones que estallaron el miércoles en Caracas y otras ciudades, tras conocerse el hallazgo de los cadáveres de los hermanos Bryan, Kevin y Jason Faddoul Diab y del chófer de la familia, Miguel Rivas, cuyo secuestro, que se prolongó 40 días, fue ejecutado por presuntos agentes de la Policía Metropolitana que interceptaron el vehículo de la familia Faddoul cuando los muchachos se dirigían a la escuela. El alcalde destituyó al director de la PM, y el Gobierno y la Asamblea Nacional han anunciado una profunda reforma de los organismos de seguridad.

Las protestas paralizaron el miércoles Caracas. Comenzaron con el cierre de una avenida realizado por los vecinos y compañeros de los jóvenes Faddoul. Luego partidos y organizaciones opositoras intentaron generalizar la protesta. De noche hubo escaramuzas en el bastión opositor de Altamira, al este de Caracas.

Ayer la situación era de máxima tensión, a la espera del funeral de los jóvenes asesinados, y grupos opositores habían anunciado nuevas acciones de calle. El Gobierno, por su parte, advirtió de que no permitiría desórdenes. En medio de ese clima, periodistas y fotógrafos marcharon hasta la sede de la Fiscalía para exigir celeridad y transparencia en la investigación del asesinato de Aguirre. Todos comentaban la hazaña de Aguirre y su foto, la última, de impacto mundial. También destacaron otra ironía del destino: el reportero no había recibido el encargo de cubrir los disturbios. Venía de hacerle fotos al Estadio Olímpico Universitario, que está siendo remodelado con miras a la Copa América 2007 de fútbol. Al salir se encontró con la noticia y también, literalmente, con la muerte.