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MUSEO DEL BAILE FLAMENCO | Fin de semana

La herencia sentimental de Cristina Hoyos

Margot Molina

Conocer los palos "madre" del baile flamenco, oír lo que este arte significa para el escritor José Manuel Caballero Bonald o el torero Curro Romero, contemplar los trajes que lucieron bailaores míticos como Fanny Essler, La Argentinita o Carmen Amaya... Todo esto es posible a partir de hoy en el Museo del Baile Flamenco de Sevilla. El nuevo espacio, una iniciativa privada de la bailaora Cristina Hoyos, quiere "guiar al público" a través de sus 1.500 metros cuadrados para que pueda "comprender" y "experimentar" las emociones que transmite el flamenco.

Una antigua casa-patio del XVIII en el centro de Sevilla (Calle Manuel Rojas Marcos, 3) se ha convertido, gracias a la rehabilitación del arquitecto Ignacio Morales Hevia, en un museo del siglo XXI que emplea la tecnología para acercar al visitante un arte tan pasional como es el baile flamenco.

"Hemos querido que sea un espacio interactivo en el que cada visitante puede ahondar en lo que más le interese. Nuestro objetivo es que sea didáctico, que la gente tenga instrumentos para apreciar mejor el flamenco", comentó ayer Tina Panaderos, gerente del Museo.

"Lo ideal es que las personas que nos visiten se acerquen primero al museo y, después, a un tablao; porque así entenderán mejor el espectáculo. Nosotros no vamos a organizar espectáculos, salvo alguna cosa privada o cuando el museo decida rendir homenaje a un bailaor", asegura Kurt Grotsh, responsable de comunicación y desarrollo. Grotsh insistió ayer en que el proyecto de Cristina Hoyos es totalmente privado, ha contado con un presupuesto de cuatro millones de euros y no tiene "ninguna subvención pública". "El proyecto ha salido adelante gracias al respaldo del Triodos Bank, una entidad con sede en Madrid, que ha creído en nosotros; pero pretendemos ser autosuficientes tras pagar todos los préstamos", aclaró el responsable de desarrollo. El Museo del Baile Flamenco espera recibir unos 200.000 visitantes anuales.

El alma del proyecto, Cristina Hoyos, no asistirá hoy a la inauguración ya que está de gira en Brasil al frente del Ballet Flamenco de Andalucía, institución de la Consejería de Cultura que la coreógrafa y bailaora dirige desde 2004. "El museo representa para mí un proyecto más sentimental que profesional, con el que quiero devolver al baile flamenco todo lo que este me ha dado...Lo considero mi herencia sentimental", deja escrito Cristina Hoyos para este día.

Además de los contenidos del museo, expuestos en la primera y segunda plantas, el centro alberga biblioteca, cafetería, tienda, un sótano abovedado con salas para conferencias y salas de ensayo en los que se impartirán clases de baile. Las salas ofrecen vídeos, muchos grabados especialmente, que desgranan los siete palos del baile o cuentan cómo nació el género en los cafés-cantantes y en los teatros. También pueden verse medio centenar de las mejores fotografías de Colita.

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La tercera planta acogerá exposiciones temporales y para la inauguración ofrece un centenar de dibujos, fotografías y documentación de Vicente Escudero (1887-1980) considerado en su tiempo el mejor bailarín del mundo. Pero el arte de Escudero no se limitó a los escenarios y fue también escritor y pintor, como puede verse en el centenar de atrevidos y coloristas dibujos que integran la muestra.

Museo de Baile Flamenco (C/ Manuel Rojas Marcos, 3). Abierto de lunes a domingo, de 09.00 a 18.00. Precio: 6 a 10 euros.

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Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

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