Castells niega que vaya a cambiar la ley de cajas para mantener a Fornesa en La Caixa

El consejero de Economía y Finanzas, Antoni Castells, negó ayer de forma tajante que las modificaciones legales que prepara en el sector de las cajas hayan sido concebidas con la finalidad de alargar dos años más la presidencia de Ricard Fornesa en la primera entidad del sector, La Caixa.

"Es evidente que no es así. El Gobierno (catalán) actúa pensando en el interés general, en la necesidad de mejorar el modelo actual", afirmó el consejero catalán durante una jornada sobre la situación y perspectivas de la economía catalana que organizaba la Asociación Para el Progreso de la Dirección (APD). La permanencia de Fornesa hasta 2009 en La Caixa, a favor de la que se había pronunciado su director general, Isidre Fainé, poco antes de que la Generalitat anunciara los cambios legales que prepara, será una de las consecuencias más visibles de las modificaciones.

Además de otras cuestiones que también cambiarán -y que abordan más los principios que deben regir la actividad de las cajas, el peso de la obra social en relación con sus resultados o el grado de representatividad de las entidades que tienen derecho a designar a los consejeros de las cajas-, los mandatos de los presidentes, cuyas funciones "de contrapeso" al poder ejecutivo del director general, se alargarán de cuatro a seis años, y, si las cajas así lo deciden, podrán cobrar. Las dietas que ahora perciben todos los consejeros no las determinarán la Generalitat ni el Banco de España, sino las propias entidades.

Estos tres últimos cambios concretos fueron acogidos por fuentes del sector, a falta de conocer el redactado preciso que las plasme, como "razonables", "poco intervencionistas" y favorables a una "mayor estabilidad" y "profesionalización".

Los cambios legales no irán todo lo lejos que la consejería desearía. Pero por ahora no se irá más allá.

"Reforma a fondo"

"Ésta no es una reforma a fondo, pero eso no quiere decir que la reforma no se deba hacer en el momento oportuno", aclaró Castells, "siempre con el objetivo de preservar el modelo catalán de cajas". La "reforma a fondo", avanzó, llegará en un plazo de tres años, lo que significa que no habrá más cambios en lo que queda de legislatura y que habrá que esperar a ver quién gobierna en Cataluña en la siguiente.

A la pregunta de si La Caixa debería cambiar sus estatutos, Castells se limitó a asegurar que Economía y Finanzas "no ha analizado ningún caso concreto". Sin embargo, con el cambio legal en la mano, la entidad no debería modificar sus estatutos más que para adaptarlos a la reforma, y no para elevar el tope de edad que fijan para que el presidente pueda renovar en el cargo, 75 años.