Vicenç Navarro denuncia en un libro "el enorme déficit del Estado del bienestar"
Vicenç Navarro (Barcelona, 1937) vuelve a la carga. En su nuevo ensayo, El subdesarrollo social de España. Causas y consecuencias (Anagrama), denuncia el "enorme" déficit del Estado del bienestar y señala a las "fuerzas conservadoras y liberales" como las principales responsables. Para compensar este "grave retraso social", que ha situado a España en la cola de la Unión Europea (UE) de los Quince, Navarro sostiene que el Gobierno actual debería incrementar el gasto público unos 60.000 millones de euros, el equivalente al 7,5% del producto interior bruto (PIB).
El editor de Anagrama, Jorge Herralde, define a Navarro como "una voz radical, contundente y necesaria", cuya "sólida argumentación" ha conseguido captar "la atención de un buen número de seguidores". Lo cierto es que su anterior obra, Bienestar insuficiente, democracia incompleta. Sobre lo que no se habla en nuestro país, ganadora del 30º Premio Anagrama de ensayo en 2002, ya ha alcanzado la cuarta edición. El autor, en la actualidad catedrático de Ciencias Políticas de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, achaca su éxito a "la escasa difusión mediática que tienen los temas sociales en España", a pesar del "enorme interés" que suscitan.
Sea como fuere, el nuevo ensayo "amplía y profundiza" las cuestiones tratadas en su anterior libro, explica Navarro, quien vivió en Suecia, Reino Unido y Estados Unidos, donde desarrolló su actividad docente en prestigiosos centros académicos, como la Universidad John Hopkins. Desde su regreso a España, en 1997, Navarro se dedica "a fotografiar la realidad social".
Dividido en cuatro partes, el objetivo de la presente obra es demostrar "empíricamente" que el subdesarrollo del Estado del bienestar (sanidad, educación y servicios de ayuda a las familias, como escuelas de infancia, asistencia domiciliaria, residencias de ancianos y centros de día, entre otros) se debe, principalmente, "al escaso poder que las clases populares han tenido en la historia de España". A su juicio, "nuestro Estado del bienestar se parece más al de los países de América Latina que al de Europa". "Y esto no lo digo yo", se excusa, sino "los numerosos datos económicos" que incluye en la primera parte del ensayo.
Una de estas cifras, que data de 2002, hace referencia al escaso porcentaje de población adulta que trabaja en los servicios del Estado del bienestar de España, que tan sólo llega al 6%. "El promedio de la UE de los Quince es del 11%, mientras que Suecia, donde se encuentran las prestaciones públicas más desarrolladas de Europa, alcanza el 17%", arguye el autor. El gasto público en protección social en España, por otra parte, fue en ese mismo año el 19,7% del PIB, 7,2 puntos menor que la media europea y 11,6 que Suecia.
"Está claro que la clase social dominante, formada por el 35% de la población, no es consciente de las enormes deficiencias que padecen las clases populares", concluye.
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