La Generalitat alargará dos años el mandato de Fornesa y del resto de presidentes de cajas

El mandato de los presidentes de las 10 cajas de ahorros catalanas, entre ellos el de La Caixa, Ricard Fornesa, se alargará de cuatro a seis años. Y, si las entidades quieren, sus presidentes podrán cobrar por ejercer sus funciones. Éstas se regularán por ley, aunque seguirán sin ser ejecutivas. Son algunos de los retoques legales que el consejero de Economía, Antoni Castells, promoverá en el sector y que podrían estar listos en noviembre. El director general de La Caixa, Isidre Fainé, se mostró favorable hace pocos días a que Fornesa permaneciera como presidente más allá de 2007.

Con los cambios, Fornesa podrá presidir La Caixa hasta 2009. Su mandato terminaba en 2007. También el año próximo culminaba el de otros presidentes: los de Caixa Girona, Arcadi Calzada; Caixa Manresa, Valentí Roqueta; Caixa Sabadell, Lluís Brunet; Caixa Terrassa, Francesc Astals, y Caixa Manlleu, Joan Contijoch, según confirmaron dichas entidades.

Pero la expectación era superior en el caso de Fornesa, y no sólo porque preside la tercera entidad financiera de España tras el Santander y el BBVA. El presidente de La Caixa llegará al final de su mandato con 75 años ya cumplidos, y éste es el tope de edad que fijan los estatutos de la primera caja para poder renovarse en el cargo. El cambio legal de la Generalitat haría innecesario cambiar este tope de edad en los estatutos: Fornesa no renovaría, sino que alargaría su mandato actual. Así lo aclararon fuentes del Departamento de Economía.

"Preservar el modelo"

La Caixa no comentó ayer los retoques legales con los que la Generalitat pretende "reforzar los órganos de gobierno, preservar el modelo catalán de cajas e incrementar la representatividad de la sociedad catalana en las entidades". Sin embargo, La Caixa -que relevó a su anterior presidente, Josep Vilarasau, en 2003 tras un cambio legal inspirado por CiU y el PP- lleva tiempo apuntando la conveniencia de la estabilidad en la cúpula, y Fornesa ha afirmado que "no le gusta que le empujen".

Fuentes de Economía señalaron la "relación fluida" que el departamento mantiene con el sector de las cajas, lo que sugiere que, aunque sea informalmente, la minirreforma ha sido comentada con el sector. Pero las mismas fuentes se esforzaron en desligar de Fornesa y de La Caixa la cuestión de la duración del mandato.

La modificación legal -que ya la semana próxima tomará forma de anteproyecto de ley, que una vez sea aprobada en Consell Executiu será abordada junto a la federación de cajas y que en noviembre podría haber pasado por el Parlament- aparca una reforma a fondo. Pero Castells cree que al menos tres cuestiones no podían posponerse: alargar el mandato del presidente, que ahora coincidirá con los seis años de la legislación estatal, regular sus funciones de máxima representación, nunca ejecutivas, y permitir que cobren.

En Cataluña, al no ser cargos ejecutivos, al contrario que en otras comunidades, los presidentes no perciben nada más allá de las dietas, que con los cambios legales las fijarán los órganos de gobierno de las cajas y no la Generalitat. Los consejos de administración de empresas en los que se sientan algunos presidentes -entre ellos, Fornesa y Narcís Serra, de Caixa Catalunya-, con las consiguientes compensaciones económicas, tiene mucho que ver con esta disfunción. El Gobierno catalán busca que se cobre según la dedicación.

Otro de los cambios más significativos será el de incrementar el nivel de representatividad social o económica de las entidades que tienen derecho a designar casi un tercio de los consejeros en la asamblea y en el consejo de administración de las cajas. Hoy, la ley sólo dice que tienen que estar "arraigadas" en el territorio. Castells también introducirá en la ley criterios para que las dotaciones a obra social de las cajas sean "equilibradas y significativas" en relación con sus resultados. Sin porcentajes mínimos.