Unilever traslada sus oficinas centrales de Madrid a Barcelona y ultima un ajuste de 150 empleos
La reestructuración del gigante holandés Unilever afectará también a sus negocios en España. La externalización de los departamentos de finanzas, recursos humanos e informática, por un lado, y la simplificación organizativa, por otro, va a terminar traduciéndose en el traslado de las oficinas centrales de Madrid a Barcelona bajo la responsabilidad única de José María Vilas y el excedente de unos 150 trabajadores.
La dirección de Unilever España se reunió ayer con los sindicatos para informarles sobre la nueva organización de la compañía. Al ser preguntados al respecto, los responsables de la firma se limitaron a hablar del "traslado de algunas áreas funcionales de Madrid a Barcelona" y a que los detalles del proceso de subcontratación todavía "se están ultimando". Sin embargo, fuentes conocedoras del proceso cifran el ajuste en alrededor de 150 personas y aseguran que el grueso del mismo afecta principalmente a las oficinas de Madrid, cuya actividad se ceñirá exclusivamente a las ventas, aunque también repercutirá en menor medida en Barcelona y Leioa (Vizcaya).
La sede de Barcelona, donde trabajan más de 300 personas, ya concentró, en septiembre del año pasado, la administración de las divisiones de helados y congelados, alimentación y food solutions (canal Horeca, referido al sector de la industria de alimentación y bebidas) en unas modernas oficinas en la Illa Diagonal. A partir de ahora, acogerá también el departamento de mercadotecnia.
La apuesta por la capital catalana se debe a que la oficina barcelonesa gestiona dos tercios de las ventas de Unilever en España y tres cuartas partes del beneficio.
Las mismas fuentes añaden que el excedente de personal se negociará durante este año mediante traslados, prejubilaciones, bajas incentivadas y recolocaciones en las empresas a las que se externalizarán los servicios.
Prejubilaciones y bajas
La consultora Accenture se encargará de los servicios no estratégicos en las áreas de recursos humanos y del software informático; Dell, de la gestión del hardware, e IBM, de los servicios de finanzas. La medida afecta a 2.500 trabajadores en Europa y forma parte del plan camino al crecimiento de concentrarse en las marcas líderes, reducir la deuda y ganar rentabilidad.
La reorganización de las marcas supuso una caída del 5,8% de las ventas de Unilever España en 2004, que fueron de 886 millones de euros, aunque su beneficio de explotación creció el 43,25% y superó los 100 millones de euros.
La multinacional holandesa emplea a unas 1.800 personas en España, donde tiene tres fábricas. En la planta vasca de Leoia produce margarinas, mahonesas y ketchup, en Barcelona tiene la fábrica de helados Frigo, que se integró en el grupo en 1973, y en Aranjuez (Madrid) fabrica productos para el cuidado del hogar (detergentes, suavizantes y bayetas). Algunas de sus marcas más conocidas son Dove, Axe, Mimosin, Knorr, Flora, Tulipán y Ben Jerry's, entre otras muchas.
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