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"Cómo preparé el 11 de septiembre"

Extractos del interrogatorio de Jaled Sheij Mohamed, 'cerebro' de los atentados de 2001 y detenido en Pakistán en 2003

6. Jaled Sheij Mohamed proporcionó informaciones sobre la puesta en práctica de su proyecto de secuestro de aviones en Estados Unidos por kamikazes. Durante 1994, Ramzi Yussef Osama Asmuria, apodado Wali Jan, Abdul Hakim Murad y él mismo trabajaron en el llamado plan Bojinka, que consistía en hacer estallar en vuelo 12 aparatos de compañías norteamericanas procedentes o con destino a EE UU. Ese proyectó se abortó a principios de 1995.

Jaled Sheij Mohamed se desplazó a Afganistán en 1996 para convencer a Bin Laden de que le diese dinero y hombres para secuestrar 10 aviones en EE UU y estrellarlos sobre objetivos civiles y militares, cinco en la Costa Oeste y cinco en la Costa Este.

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Al principio, Bin Laden dudó de que la operación se pudiese poner en práctica, pero en marzo o en abril cambió de opinión y convocó a Jaled Sheij Mohamed en Kandahar (Afganistán). Bin Laden le dijo que consideraba que ahora el proyecto era realizable y le informó de que la operación contaba con el pleno apoyo de Al Qaeda. Bin Laden le propuso enseguida a cuatro personas dispuestas a llevar a cabo una operación suicida: Salid Mohamed Saleh Baattash (alias Jallad), Abu Bara al Yamani, Jaled al Mihdhar (o Midhdar) y Nawaf al Hazmi. Cuando el proyecto de secuestro obtuvo la aprobación de Bin Laden, Jaled Sheij Mohamed y otros cuadros importantes de Al Qaeda que estaban informados se refirieron a él como "la operación de los aviones". Jaled Sheij Mohamed estimó que serían necesarios unos dos años para planificar el proyecto y ejecutarlo.

7. Jaled Sheij Mohamed tuvo que efectuar el primer gran reajuste de su plan durante la primavera y el verano de 1999 cuando se dio cuenta de que Ba'Attash (alias Jallad) y Abu Bara, ambos yemeníes, no podrían obtener visados norteamericanos. Jaled Sheij Mohamed quería que ambos participasen en la operación junto con otros yemeníes (...).

Jaled Sheij Mohamed se vio obligado a dividir la operación en dos partes distintas para garantizar la participación de los yemeníes. La primera parte concernía a EE UU. Jaled Sheij Mohamed decidió enviar a EE UU a un número no precisado de ejecutantes para secuestrar aparatos de líneas norteamericanas y precipitarlos contra objetivos situados en EE UU.

A mediados de 1999, Al Mihdhar y Al Hazmi, que disponían de visados norteamericanos, fueron designados para participar en la operación. La segunda parte de la operación, concebida como una versión restringida del plan Bojinka, otorgaba un papel a los yemeníes: los kamikazes secuestrarían aviones de compañías norteamericanas en vuelos sobre el Pacífico y los harían estallar en vuelo en lugar de dirigirlos contra objetivos en tierra. A mediados de 1999, Baattash y Abu Bara habían sido designados para participar en esta fase de la operación (...).

En cualquier caso, el proyecto consistía en estallar en vuelo o en precipitar sobre objetivos en tierra, y casi en el mismo momento, aviones secuestrados en EE UU y en el sureste asiático para conseguir con estos ataques el máximo impacto psicológico.

Hacia abril o mayo de 2000 Bin Laden canceló la parte asiática de la operación porque afirmó que resultaría muy difícil sincronizarla con la vertiente norteamericana del plan.

14. Jaled Sheij Mohamed declara que se sintió feliz de que Bin Laden le otorgase la responsabilidad de la operación del 11 de Septiembre porque él mismo propuso una operación similar a Bin Laden cuatro años antes, en 1996, justo después de la llegada de éste a Tora Bora (Afganistán) tras su salida de Sudán. Jaled Sheij Mohamed pensaba que la operación resultaría fácil. Fue en ese momento cuando sugirió que los muyahidin aprendieran a pilotar para estar en condiciones de secuestrar grandes aparatos, Boeing 707-400 o aviones aún mayores. Él no quería ceñir el entrenamiento a las tácticas militares que se ofrecían en Afganistán, porque no lo consideraba suficientemente adaptado al plan.

Jaled Sheij Mohamed opinaba que la sencillez era la clave del éxito. A él no le gustaba recurrir a códigos secretos en los mensajes (...). Pidió a sus hombres que tuvieran un comportamiento de lo más normal, que se ciñeran en sus cartas a un estilo educativo, social o comercial y que hicieran breves llamadas telefónicas. También les prohibió contactar con sus familias. Se llegó incluso a suprimir de sus pasaportes cualquier sello o visado paquistaní. Mohamed Atta había seguido una formación en ese ámbito y dominaba la técnica.

15. Jaled Sheij Mohamed declaró que el objetivo de los atentados contra las Torres Gemelas era "despertar al pueblo norteamericano". Explica que si el objetivo hubiese sido puramente militar o gubernamental, el pueblo norteamericano no habría sido consciente de las atrocidades que EE UU comete al apoyar a Israel contra el pueblo palestino, ni del carácter egoísta de la política exterior norteamericana, que corrompe a los gobiernos árabes y acentúa la explotación de los pueblos musulmanes.

18. Según Jaled Sheij Mohamed, cuando Atta fue designado como uno de los futuros terroristas del 11-S, Bin Laden organizó una nueva reunión en Kandahar para determinar qué objetivos serían golpeados. (...) El grupo trabajó con la idea de que al menos tres objetivos serían atacados, y Bin Laden indicó que deseaba golpear un blanco militar, uno político y uno económico.

19. Antes de que Jaled Sheij Mohamed saliese de Afganistán, Bin Laden le presentó una lista de objetivos que después se encargó de trasladar a Atta. Bin Laden informó a Atta que debía golpear las Torres Gemelas, el Pentágono y el edificio del Capitolio, pero dejó a Atta elegir otros objetivos adicionales, como la Casa Blanca, la torre Sears [en Chicago] o una embajada extranjera en Washington.

Tras esa conversación, Atta utilizó un programa informático para localizar una central nuclear en Pensilvania que Bin Laden aceptó añadir a la lista.

39. Los detalles de la operación del 11-S fueron estrictamente compartimentados y sólo Jaled Sheij Mohamed, Bin Laden y algunos miembros de los comandos estaban al corriente de los objetivos precisos, del calendario, de la identidad de los terroristas y de la forma de operar.

41. En un determinado momento del entrenamiento de Atta, Bin Laden decidió que él sería el emir de los kamikazes en EE UU, y su adjunto Al Hazmi. Jaled Sheij Mohamed firma que no desempeñó ningún papel en la designación de Atta como emir. Jaled Sheij Mohamed conserva de Atta el recuerdo de un agente valioso. Atta se familiarizó mucho con Occidente, trabajaba duro y aprendía con rapidez.

53. La decisión final de golpear un objetivo con un determinado avión fue dejada en manos de los pilotos. Fue durante un encuentro en España, en julio de 2001, cuando Atta informó a Ben al Shibh de los blancos elegidos. Después de ello, Ben al Shibh trasladó la información a Jaled Sheij Mohamed. La distribución definitiva de objetivos entre pilotos fue llevada a cabo por Atta, Shehhi, Hanjour, Jarrah y Hazmi.

63. Durante el verano A finales de agosto, cuando los últimos detalles de la operación fueron establecidos, Bin Laden anunció al consejo de la shura de Al Qaeda que un ataque de gran envergadura contra objetivos norteamericanos no precisados iba a llevarse a cabo en las próximas semanas, pero se abstuvo de dar más detalles.

64. Bin Laden formuló varias observaciones que aludían vagamente a la inminencia de un ataque, lo que suscitó rumores en la comunidad yihadista mundial. Bin Laden anunció a destacados visitantes que debían esperarse a un próximo ataque contra intereses norteamericanos y, durante un discurso pronunciado en el campamento de Al Faruq, pidió a los jóvenes reclutas que rezasen para el éxito de una operación de gran envergadura en la que estaban implicados 20 mártires. Jaled Mohamed y Abu Hafs se preocuparon por la falta de discreción e instaron a Bin Laden a que no evocase públicamente la operación.

65. En tres ocasiones Jaled Mohamed se negó a ceder a un Bin Laden que le insistía en que adelantase el lanzamiento de la operación. (...) Bin Laden quería que tuvieran lugar el 12 de mayo de 2001, siete meses después del atentado contra el Cole en Yemen. En todos los casos, Jaled Mohamed pudo resistir las presiones de Bin Laden explicando que su equipo no estaba listo.

79. Jaled Mohamed declara que Mussaui fue reclutado para formar parte de una "segunda oleada" de ataques planeada para después del 11-S. Para esta segunda oleada de atentados estuvo previsto utilizar a ejecutantes de origen europeo o de Extremo Oriente porque Jaled Mohamed creía que les resultaría más fácil operar tras los ataques del 11 de septiembre que a las personas originarias de Oriente Próximo.

Por esta razón, Jaled Mohamed sólo echó mano de individuos originarios de esta región en la primera oleada y reservaba a Moussaoui para la segunda, a causa de su nacionalidad francesa. Jaled Mohamed precisa que la segunda oleada no estaba del todo planificada, (...) pero estaba en vela. Él mismo no imaginaba que las consecuencias de la primera oleada serían tan catastróficas como lo fueron y no había previsto que EE UU reaccionaría con tan virulencia, de manera que la siguiente fase fue congelada.

Las Torres Gemelas de Nueva York, antes de desplomarse el 11 de septiembre de 2001.
Las Torres Gemelas de Nueva York, antes de desplomarse el 11 de septiembre de 2001.AP

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