El 69% de los gitanos empieza a trabajar antes de los 25 años
Un estudio refleja que este colectivo siente discriminación laboral
Empiezan a trabajar muy jóvenes, tienen más problemas para acceder a empleos fijos y de jornada completa, sufren discriminación y su vida laboral, aunque precaria, se prolonga más tiempo que la del resto de los españoles. El 69% empieza a trabajar antes de los 25 años, frente al 24% en la población general. Éstas son algunas de las conclusiones del estudio Población Gitana y Empleo, realizado por encargo de la Fundación Secretariado Gitano.
El estudio, que hoy se presenta en el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, recoge las respuestas de 1.500 personas mayores de 16 años sobre una población estimada de 450.000 gitanos en el conjunto de España. Los encuestados dieron datos sobre las personas que convivían con ellos, lo que implica información sobre 6.854 personas, y se les permitió contestar sobre sus ocupaciones con "una percepción subjetiva", la cual se hace notar en cuestiones como la situación ocupacional. En este sentido, los que se consideran ocupados trabajan en un gran porcentaje "en la actividad económica familiar". Pero las conclusiones de la encuesta señalan que, en realidad, el 24,1% de los ocupados gitanos están en situación de "paro encubierto", "subempleo y "ocupación nominal pero poco real". Los resultados se han comparado con la Encuesta de Población Activa del último semestre de 2004 para la totalidad de la población española.
Los gitanos empiezan a trabajar muy pronto. Entre los 16 y los 25 años, su tasa de actividad alcanza el 69%, que es el 24% en la población en general porque es franja de edad, la mayoría continúa estudiando para conseguir en el futuro empleos de mayor calidad. Todos los jóvenes siguen la tónica general sobre el trabajo temporal: un 23% de los contratados menores de 25 años y un 32% entre los jóvenes gitanos de esa edad.
Además, éstos tienen hijos antes: un 10,3% de menos de 25 años (32.000 en términos absolutos) ya tiene algún hijo, y la quinta parte de ellos no supera los 19 años. La mayoría de las gitanas se dedica a las labores del hogar (un 75,9%), frente al 49,4% de las españolas. Ya mayores, si el 62,6% de los hombres españoles está jubilado, y es el 30,9% de las mujeres, en la población gitana estos porcentajes varían al 24,5% y el 5%, respectivamente.
La población gitana es sensiblemente más joven que la española: una media de 34,82 años frente a los 45,39 de la población española mayor de 15 años.
Por otro lado, en las edades en las que habitualmente más personas se incorporan al mundo laboral, de 25 a 29 años, la tasa de actividad es de 80% en general, pero se queda en el 69,3% entre la población gitana. La diferencia entre los 50 y 54 años está en el 79,3% y el 62,8% respectivamente. Entre los 60 y 65 años, los gitanos siguen trabajando en un 55%, frente al 33% general. A partir de entonces, los porcentajes disminuyen en ambos casos.
El estudio denuncia también que entre los encuestados, un 45,1% aseguró haberse sentido discriminado en diferentes ocasiones: en los estudios, al buscar empleo o en el puesto de trabajo. Sin embargo, un 54.6% aseguró no haber sentido nunca la discriminación. Tal efecto lo perciben sobre todo personas que han buscado empleo en las últimas cuatro semanas antes de la encuesta, y en un elevado porcentaje, los que declaraban ser analfabetos (totales o funcionales). En este sentido, la encuesta refleja el dato preocupante de que el 71,2% de los encuestados no había completado los estudios primarios.
En cuanto a los datos de desempleo, es decir, personas activas que están buscando trabajo, el estudio diferencia entre el 10,4% general en España y el 13,8% entre los gitanos.
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