Acaparadora de poder
Marisol Yagüe comenzó su andadura como una concejal disciplinada y obediente en 1995, bajo la sombra del fallecido alcalde Jesús Gil. Durante la década de los noventa fue delegada de Participación Ciudadana y estuvo al frente de la Tenencia de alcaldía del núcleo urbano de Las Chapas. Esa disciplina dentro del GIL le ayudó tras la moción de censura en agosto de 2003 contra el ex alcalde Julián Muñoz, para lograr ponerse al frente del consistorio. Nacida en La Línea de la Concepción (Cádiz), rociera y cantante en un coro, es amante de las compras y los viajes. En la mayoría de los casos relevantes, como el Plan de Ordenación Urbana (PGOU), delega en su primera teniente alcalde, Isabel García Marcos, con más experiencia en las confrontaciones políticas cara a cara.
Yagüe concentra el poder municipal; además de alcaldesa, es delegada de Urbanismo, Participación Ciudadana, Hacienda, Policía Local y Seguridad Ciudadana. La semana pasada asumió también la gerencia de Limpieza, tras la dimisión presentada por el concejal Vicente Manciles.
Después fallecer un ciudadano belga mientras era arrestado por la Policía Local el pasado febrero, Yagüe compareció 10 días después, tras un viaje de placer a la República Dominicana. La alcaldesa mostró un perfil insolidario y duro: "No tengo por qué pedir disculpas a la familia del fallecido", dijo tajante.
Separada, su ex marido, Antonio Becerra, fue nombrado adjunto a la alcaldía como personal de confianza con un sueldo de más de 7.000 euros.
A la espera de tomar declaración ante el juez y que decida su suerte, Yagüe tiene una cita mañana en el juzgado para declarar como imputada por utilizar materiales municipales en unas obras en su casa que tampoco ha pagado.
