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El futuro de Euskadi

Carod vincula su dolencia a su "linchamiento atroz"

El presidente de Esquerra Republicana, Josep Lluís Carod Rovira, vincula la angina de pecho que sufrió el pasado viernes al "linchamiento personal diario" y "atroz" que ha recibido desde que se vio con representantes de ETA, a lo que se sumó después la "presión constante" por la posición de ERC en el Estatuto.

Así lo manifestó ayer a través de un artículo publicado en la sección de opinión del diario Avui en el que explica con todo detalle las horas vividas cuando notó una "presión grande sobre el pecho" y tuvo que dirigirse al hospital para ser atendido por una dolencia cardíaca.

"No ha sido sólo la preocupación diaria del Estatut, la presión constante por nuestra posición, las idas y venidas de Madrid, las reuniones, las negociaciones... Desde hace dos años, después de mi encuentro con ETA, he sido objeto de un linchamiento personal diario, encarnizado, atroz, de una intensidad que no recuerdo que nadie haya padecido nunca antes", subraya Carod para justificar la "mala cara" que tenía al salir el pasado lunes del hospital.

Según el líder de ERC, "me han insultado, menospreciado, descalificado. He sido víctima de todo tipo de mentiras sobre mí y mi familia, he soportado lo que es insoportable".

"Pasará tiempo antes de que pueda ir, con normalidad, por ciertos puntos de España. Y a algunos, que no conozco, quizás ya no iré nunca", se lamenta. Carod, que señala la coincidencia de que su "corazón ya no puede más" con el anuncio de tregua de ETA, asegura que "hacía tiempo que esperaba" este alto el fuego decretado por la organización terrorista.

En este sentido, Carod recuerda su entrevista con ETA en Perpiñán (Francia), que le costó el cargo de conseller primer, y "las horas de conversación con los dirigentes de ETA, hablándoles de política, defendiendo la política, loando la bondad de la política como único instrumento para conseguir que los pueblos sean libres y no a través de las pistolas". "Volvería hacerlo", remarca.

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Carod explica también que "en los momentos más difíciles quería imaginar que no estaba solo. Y por ello resistía. Ahora he podido ver que no estaba solo. Hay mucha gente que me quiere. Gente que ha padecido estos días y, sin yo saberlo, también durante estos dos años, conmigo".

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