Dragados es la constructora que más obras contrata con el Gobierno catalán

Ha habido cambios en el sistema de adjudicación de obras del Gobierno catalán debido a dos asuntos de los que ni los constructores ni el Ejecutivo quieren hablar: el 3% (presuntas comisiones ilegales) y el hundimiento del Carmel. El primero aceleró el proceso de transparencia en los concursos del tripartito. El segundo no se sabe bien cómo afectará, pero hay una evidencia: Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), la primera firma en adjudicaciones durante casi todos los años de CiU, ha dejado de serlo a favor de la Dragados de Florentino Pérez, ex presidente del Real Madrid. Las obras de FCC, que representaban el 12% de la obra pública catalana, se quedaron en 2005 en el 8,34%.

Casi todos los sectores tienen un idiolecto que resulta incomprensible para quienes son ajenos a ellos. También los constructores de obras públicas. Entre ellos era un lugar casi común referirse al responsable de Fomento (FCC) en Cataluña, fuera quien fuera, como el "constructor jefe". Se le reconocía una especie de preeminencia debido a que era la primera firma adjudicataria del Gobierno catalán. Eso ya se ha terminado. La última lista de adjudicaciones de la empresa pública GISA, la de 2005, con obras que suman 1.266 millones de euros, podrá tener todavía a Fomento como primera, pero sólo porque el grupo Dragados compite con dos firmas: Dragados, SA, que figura en tercer lugar, y Dragados Concesiones Infraestructuras, que aparece en el octavo. Juntas suman 128,7 millones de euros en adjudicaciones, lo que equivale al 10,16%, bastante por encima de los 105,6 millones de FCC, que representan sólo el 8,34%. De modo que ahora la expresión entre irónica y honorífica de "constructor jefe" de Cataluña corresponde al que fue presidente del Real Madrid.

Discriminación

No es el único cambio en la clasificación de empresas. En el tercer lugar de 2005 figura Copcisa. Esta empresa ya había sido la segunda en el periodo 2000-2003, pero en 2004, el primero plenamente atribuible al tripartito, había pasado al quinto lugar. Bien es verdad que en ese año Copcisa culminaba un proceso de diversificación que la había llevado a obtener no pocas obras fuera de Cataluña.

Los constructores catalanes se quejan de que los concursos fuera de Cataluña no son tan transparentes, de modo que, para lograr una concesión en otra comunidad, tienen que presentarse en alianza con una empresa local. El consejero de Política Territorial, Joaquim Nadal, se ha referido a este asunto en varias ocasiones, pero nadie ha puesto nunca pruebas sobre la mesa de un trato discriminatorio a las empresas catalanas en el resto de España.

En Cataluña, sin embargo, las primeras empresas adjudicatarias están repartidas entre catalanas y no catalanas, en la medida en que se reconozca como catalana a FCC, cuya sede central está en la calle de Balmes de Barcelona, aunque sus accionistas vivan en Madrid.

La primera es madrileña, Dragados; la segunda es FCC, la tercera Copcisa y las que siguen, hasta el octavo lugar, son catalanas también. En los puestos números ocho y nueve, en cambio, figuran dos empresas de fuera: Ferrovial y Necso. Ferrovial es una firma que ha figurado siempre en puestos preeminentes. Además de ser la concesionaria de la autopista Terrassa-Manresa, a la que el Gobierno de Convergència i Unió (CiU) autorizó una subida de tarifas al poco de la concesión y le amplió el plazo aduciendo que ganaba poco. Ferrovial figura en el séptimo lugar por concesiones tanto en los últimos años de CiU (2000-2003) como en el primero del tripartito, 2004. En 2005 mantiene la posición, pero pierde porcentaje de adjudicaciones. En el periodo 2000-2003 fue del 6,08%. En 2004 quedó ligeramente por debajo del 6%; en 2005, en cambio, ha pasado al 2,31%.

Algo similar ocurre con la empresa Necso, que en 2005 ocupa el noveno lugar con el 2,16% de las obras adjudicadas por GISA. En los años de CiU estaba en la misma posición, pero el porcentaje de obras era del 5,41%, una situación casi idéntica a la de 2004.

Quien ha experimentado un notable vaivén es la firma OHL (Obrascon, Huarte y Laín). Con CiU estaba en el tercer lugar y su porcentaje de obras era el 8,96%. En el primer ejercicio del tripartito se mantuvo en la tercera posición, pero bajó casi un punto porcentual. En 2005 ha caído hasta el puesto undécimo y el porcentaje de obras obtenido es de sólo el 1,90%. Una situación relativamente parecida a la de Scrinser (división de grandes obras de Sacyr). No aparecía entre las 10 primeras en los años de CiU, pero en 2004 se convirtió en la cuarta con casi el 6%. Este año ha caído a la posición vigésimo tercera, y su porcentaje ha pasado a ser del 1,03%, aunque se mantiene en la cuarta posición entre las adjudicatarias del Incasol.