Irala cree que la fusión de las cajas "mantiene hoy toda su vigencia"

El presidente de la BBK, Xabier de Irala, culpó ayer a "algunos políticos" de frustrar la fusión de las tres cajas vascas por "anteponer sus intereses particulares a la creación de valor para la sociedad vasca". Aseguró que la integración de las entidades "mantiene hoy toda su vigencia". Por otro lado, anunció que ha emplazado a Arcelor y al Gobierno vasco a resolver su conflicto en ACB como medida previa a acudir a los tribunales.

"No nos vamos a quedar parados", dijo el primer directivo de la caja vizcaína ante la asamblea de la entidad, celebrada ayer. Pese a que la operación de fusión lanzada el pasado verano encalló meses después por el rechazo frontal del PP, Irala volvió a esgrimir argumentos económicos para defender el proyecto. Citó un informe de una consultora europea, que no identificó, en el que se asegura que una caja fusionada a partir de la BBK, Kutxa y Vital crearía un "50% más de valor que la mera suma de las tres".

Además del consenso de todos los partidos de Euskadi, el presidente de entidad vizcaína volvió reclamó la modificación de la ley vasca de Cajas de Ahorros, un paso necesario para desarrollar la fusión. "Mucho me temo que en este campo no se han producido grandes avances desde nuestra última asamblea", dijo antes de lanzar su crítica a los políticos que han impedido la operación pero sin citar al PP.

Descartó Irala cualquier nueva iniciativa de las tres cajas vascas para relanzar el proyecto, después de la frenética actividad del pasado verano, cuando los presidentes presentaron su plan a políticos, empresarios y sindicatos. En un encuentro con la prensa previo a la asamblea, dijo que ahora deben actuar los políticos. "El tema está bastante claro. Es un cuestión técnica, [se trata de que los partidos] entiendan que es una prioridad. Espero que se vea con el tiempo". En la BBK se da por seguro que no habrá más avances para la fusión hasta dentro de un año, cuando se celebren las elecciones municipales.

Irala, sin ser más explícito, aseguró que la tregua de ETA puede abrir puertas a la integración de las cajas y calificó su anuncio como "una oportunidad en las áreas en las que estamos".

También abordó el presidente su conflicto con la Acería Compacta de Bizkaia (ACB), en la que la BBK tiene un 10% del accionariado y con cuya gestión empresarial discrepa. Anunció que el jueves envió una carta a los responsables de Arcelor (el máximo accionista, con el 80%), y al Gobierno (10% restante), en la que pide un estudio sobre el cumplimiento de los acuerdos de constitución y la apertura de un procedimiento arbitral de resolución de conflictos. Irala, que consideró incomprensible que la acería de Sestao haya tenido el pasado año pérdidas de 33 millones de euros cuando el sector se encuentra en beneficios, anunció que la mediación arbitral es el "último paso" antes de acudir a los tribunales.

La caja vizcaína pretende abrir este año 37 nuevas oficinas (siete en Vizcaya, 11 en Andalucía, 10 en Madrid y nueve en Levante) y alcanzar las 391 sucursales. El presidente dijo que estudian nuevos mercados como Cantabria y Asturias y agregó que no descartaba la entrada en Navarra. Añadió que para 2007 puede haber una decisión sobre la implantación en Cataluña.

La BBK presentó ayer los resultados ya conocidos de 2005, que cerró con un beneficio neto de 199 millones de euros, un 28,8% de incremento. Para este año se espera que el volumen de negocio crezca un 15%. La caja no tiene intención de ampliar su cartera industrial. "Vamos más a una política de rotación" de inversione, señaló Irala, quien apuesta por la entrada en las pymes.