El Papa abre con los cardenales el debate sobre los problemas de la Iglesia

El Papa pidió ayer a cardenales llegados de todo el mundo que se expresen sobre el diálogo con el islam, la jubilación de los obispos y los lefrebvianos, que piden su readmisión en la Iglesia. Hoy se celebra el Consistorio (reunión del Pontífice con el colegio cardenalicio), el primero que convoca Benedicto XVI. Serán nombrados 15 nuevos purpurados, entre ellos, el conservador arzobispo de Toledo, Antonio Cañizares. En la ceremonia estará acompañado por la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y el ministro de Defensa, José Bono.

Benedicto XVI se reúne hoy durante toda la jornada con el colegio cardenalicio para analizar las preocupaciones de la Iglesia católica y las prioridades para los próximos años. Todos aquellos cardenales que lo deseen podrán intervenir. Uno de los debates gira en torno a la jubilación de los obispos. La normativa vaticana determina que tienen que hacerlo a los 75 años. Pero dado que la esperanza de vida ha aumentado, algunos prelados han propuesto poder seguir prestando sus servicios hasta los 80. Esta es la edad en la que los cardenales se jubilan y no pueden ya elegir Papa, aunque sí pueden ser elegidos.

Otra de las cuestiones que se tratará es la relativa a los lefrebvianos, los seguidores del cismático fallecido arzobispo francés Marcel Lefebvre. La idea, según precisaron los cardenales, es buscar una solución para que este grupo de tradicionalistas pueda volver al seno de la Iglesia de Roma sin traicionar el Concilio Vaticano II, al que no reconocen.

Se abordarán también cuestiones como la globalización, las relaciones con el islam, con otras religiones, con China y la crisis de las vocaciones religiosas. De los 193 cardenales que forman el Consistorio, hoy asistirán unos 150.

Benedicto XVI impondrá el capelo cardenalicio al arzobispo primado de Toledo, Antonio Cañizares, junto a otros 14 nuevos cardenales, durante una solemne eucaristía que se celebrará en la basílica de San Pedro. La delegación española que acompaña al prelado está formada por la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, el ministro de Defensa, José Bono, el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, y otras autoridades. El conservador Cañizares, de 60 años, ha mantenido una frontal discrepancia con el Ejecutivo socialista en cuestiones como el matrimonio homosexual o la ley de educación.