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El 40% del presupuesto que Salud asigna a salud mental se destina a psicofármacos

La Generalitat analizará si se está prescribiendo en exceso en los casos no severos

La demanda de asistencia sanitaria para los trastornos mentales aumenta sin cesar y con ella se dispara el gasto en psicofármacos, entre ellos los antidepresivos, los más consumidos. Del presupuesto que la Generalitat destina a la atención a la enfermedad mental ( 625 millones de euros), el 40% se utiliza para sufragar los psicofármacos. El Departamento de Salud analizará si se está "medicando en exceso" a los pacientes con trastornos mentales. Salud apuesta por reducir la prescripción de fármacos en los casos leves y suplirla por una mayor intervención psicoterapéutica.

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La consejera de Salud, Marina Geli, reconoció ayer que los trastornos mentales constituyen un grupo de patologías "de elevadísima trascendencia". Tras las enfermedades relacionadas con el aparato circulatorio y las respiratorias, los trastornos mentales son los que más gasto generan al Departamento de Salud, debido en gran parte al fuerte incremento de la prescripción de psicofármacos, mayoritariamente antidepresivos y ansiolíticos.

Geli destacó que del presupuesto global del Departamento de Salud, el 25% se destina a pagar la factura farmacéutica (medicamentos sufragados por la Seguridad Social). En el caso de los trastornos mentales, el apartado farmacológico se lleva el 40% del presupuesto (253 millones de euros), lo que preocupa al departamento. "¿Estamos haciendo un uso racional de los fármacos en los casos de trastorno mental leve?", preguntó ayer Geli, quien apostó por intensificar la intervención psicoterapéutica y limitar la medicación en los casos de trastorno mental no severo.

Las enfermedades mentales, en especial la depresión, constituyen la primera causa de baja laboral y afectan más a las mujeres que a los hombres. Según el Departamento de Salud, el 26,9% de las mujeres sufrirán algún tipo de patología mental a lo largo de su vida. El porcentaje para el sexo masculino es del 20,3%.

Las cifras fueron reveladas ayer por la consejera de Salud durante la presentación del Plan Director de Salud Mental y Adicciones, cuyo presupuesto hasta el año 2012 asciende a 68 millones de euros. Una de las novedades que establece el plan es que se dotará a los centros de atención primaria de un equipo integrado por un psiquiatra, un psicólogo y una enfermera especializada en enfermedad mental. Estos profesionales asesorarán a los médicos de familia, de manera que tengan un papel más resolutivo en casos de enfermedad mental leve. Muchos de ellos, explicó Geli, se derivan sin necesidad a la atención especializada, ya muy masificada.

La experiencia se implantará de momento en el 15% de los ambulatorios catalanes y se extenderá a los restantes si los resultados son positivos.

El plan director presentado ayer pretende integrar la red de atención a las drogodependencias (y los problemas mentales que éstas desencadenan) al sistema asistencial de salud mental. Esta propuesta no acaba de gustar a los profesionales especializados en toxicomanías y a las asociaciones de pacientes que las padecen, ya que consideran que la red asistencial de salud mental está muy masificada y las listas de espera aún se engrosarán más.

La reforma pendiente

Otro objetivo del plan director de salud mental es atajar los "puntos débiles" del sistema asistencial. Entre ellos, Geli citó la aún escasa acción preventiva, el escaso apoyo que la Administración ofrece a las familias de los enfermos mentales y la falta de profesionales, que el Departamento de Salud se ha propuesto abordar ampliando el número de plazas de médicos psiquiatras y psicólogos internos residentes (MIR y PIR).

La consejera Geli admitió también, como una de las principales asignaturas pendientes de la salud mental, la culminación de la reconversión psiquiátrica. Unos 2.000 enfermos mentales crónicos siguen hoy ingresados en centros psiquiátricos según el modelo de los antiguos manicomios. "Algunos de ellos llevan más de 40 años en el centro, donde están muy bien atendidos, pero éste no es el mejor recurso para un enfermo mental", aseguró ayer Manel Balcells. secretario de Estrategia y Coordinación del Departamento de Salud.

Estos enfermos se hallan repartidos entre los hospitales psiquiátricos de Salt (Gironès), Sant Boi (Baix Llobregat) y Pere Mata de Reus (Baix Camp), en proceso de reconversión al modelo asistencial orientado a la inserción social y la atención comunitaria. Geli admitió que estos pacientes se integrarán al nuevo modelo sólo cuando se disponga de recursos alternativos para ofrecerles, como pisos tutelados, residencias asistidas y centros de día, entre otros.

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