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El número de abortos sube un 10% en un año, aunque la tasa es inferior a la media estatal

En 2004 hubo 8.765 interrupciones de embarazo, el doble de las practicadas en 1997

En el año 2004 se practicaron 8.765 interrupciones de embarazo en las clínicas y hospitales valencianos, un 10% más que el año anterior. Esta cifra supone que 8,6 de cada 1.000 mujeres entre 15 y 44 años abortan, una tasa inferior a la media estatal, del 8,94. El dato confirma la tendencia creciente de los últimos años, que se mantiene constante desde 1997, cuando se registraron 4.252 abortos, según el archivo de la Consejería de Sanidad. El 15,8% fueron en centros públicos, mil más que el año anterior, aunque este aumento se compensa por el descenso en los concertados.

La Comunidad Valenciana se situó en 2004 en el sexto lugar entre las autonomías con mayor tasa de mujeres que abortan. Frente a las 12,3 de cada 1.000 en edad fértil que interrumpen la gestación en Baleares o las 12 de Madrid, en Valencia la cifra es de 8,6, por debajo de la media de 8,94. Estos son algunos de los aspectos más destacados del informe elaborado por la Consejería de Sanidad respecto a las interrupciones voluntarias de embarazo (ive) practicadas en 2004.

- Más abortos en menores de 20 y de 29 años. Las interrupciones de embarazos en menores de 20 años han crecido respecto a 2003. Entonces fueron 1.065 chicas y el año pasado 1.232, lo que supone que este segmento de población ha pasado de ser del 13,4% de todas las mujeres que abortan a un 14,1%. Como en años anteriores, el grupo predominante sigue siendo el que está entre los 20 y los 29 años, que aporta prácticamente la mitad de ive. Entre las mayores de 29 años sigue incrementándose la cifra y alcanza ya un 36,1% del total.

- El 48,9% no vive en pareja. En los últimos años, se ha ido equilibrando la diferencia entre las mujeres queinterrumpen su embarazo y conviven en pareja y las que no. En 2004 el 48,9% de las ive se ha practicado a mujeres que no viven en pareja (51,6% en 2002 y 49,3% en 2003).

- Bajan los abortos en mujeres con estudios universitarios. Las mujeres con estudios universitarios medios y superiores que abortaron en 2004 disminuyeron respecto a años anteriores y se situaron en un 12,9% del total (14,3% en 2003). Por contra, crecieron las ive en mujeres con estudios de segundo grado respecto a 2003: 48,5% frente a 48%.

- El 50,9% son asalariadas. La mayoría (el 50,9%) de las mujeres a las que se practicó una interrupción de embarazo eran asalariadas. Después se sitúa el grupo de paradas con un 18,6%, y el grupo sus labores con un 12%. Las estudiantes fueron un 9,3%, mientras que en más de un 4% de los casos con consta.

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- Un 55,4% tiene ingresos propios. Entre las mujeres que se someten a un aborto, el 55,4% tiene ingresos propios y las que no son un 40,5%, un dato que "desciende llamativamente respecto a los últimos años (45,3% en 2002 y 43,6% en 2003)", como refleja el informe elaborado por la Consejería de Sanidad. No consta en el 4% restante.

- El 46,2% no tenía hijos. Se mantiene la tendencia a la baja de la proporción de mujeres que han decidido interrumpir su embarazo y no tenían hijos. El 46,2% de 2004 es inferior al 47,9% de 2003 y el 49,1% de 2002. Un 23,2% tenía un hijo y el 18,6% tenía dos.

- El 27,6% repite. Lo más frecuente es que la mujer que aborta lo haga por primera vez (72,4%). La proporción de mujeres que lo hace por segunda vez es del 17,2% y el 10,4% había interrumpido anteriores embarazos en dos o más ocasiones.

- El 96,4% fue por peligro para la salud de la madre. La aplastante mayoría de las mujeres que abortaron (96,4%) se acogieron al supuesto de peligro para su salud psíquica o física. Un 3,5% lo hizo por malformación del feto frente al 2,8% de 2003. Sólo se notificaron dos casos de violación.

- Un 24,6% son extranjeras. Sólo 13 centros privados recogieron a lo largo de 2004 información de la nacionalidad de las pacientes intervenidas. De las 7.027 ive que practicaron, el 75,4% era a nacionales y el 24,6% a extranjeras. Las solteras representan un 57,4% entre las extranjeras y un 35,3% no tenía hijos.

Descienden un 7,9% las intervenciones subvencionadas

En agosto de 2003 la Consejería de Sanidad puso en marcha un nuevo sistema para gestionar las interrupciones de embarazo. El motivo que se anunció para justificar esta medida fue el de potenciar las intervenciones en hospitales públicos, ya que hasta entonces estos centros no cubrían ni el 1% de los abortos. El año pasado fue el primero en el que se aplicó este sistema y los resultados arrojan una doble lectura.

Es cierto que se ha incrementado el peso de los centros públicos, lo que, por otra parte, no era difícil. En 2004 Sanidad asumió directamente el 15,8% de las interrupciones (1.386), un porcentaje superior al de 2003 (4,6%), y también a 2002 (0,4%) o 2001 (0,2%).

Sin embargo, se ha producido un importante descenso de las interrupciones que pagaba la Administración. Antes del nuevo modelo, en 2002, el 99,6% de los abortos se practicaba en centros privados y, casi la mitad de éstos estaban subvencionados, de forma que una de cada dos mujeres (exactamente el 46,2%) no tenía que pagar por la intervención.

Con el nuevo sistema, la suma de las ive practicadas en centros públicos y concertados (sólo hay concierto en Alicante; en Valencia y Castellón hay acuerdos puntuales con las clínicas) representa el 38,3%, es decir, un 7,9% menos que en 2002.

La razón de este descenso, para el responsable de ginecología y obstetricia del hospital de Requena, Ezequiel Pérez Campos, está en que con el nuevo sistema "no se ha mejorado" el acceso a la asistencia. Antes las pacientes acudían a las clínicas y, tras la evaluación del caso, se practicaba la interrupción y Sanidad corría con los gastos. A partir del verano de 2003 las mujeres que quieran acudir a la sanidad pública han de pasar primero por el centro de planificación y luego por las unidades de psiquiatría de referencia, que han de evaluar el motivo del aborto. Después, si el dictamen es positivo, se remite a la paciente al hospital público de la zona, que, en ocasiones, no practica interrupciones, por lo que han de ser derivadas a los pocos centros públicos donde se interrumpen embarazos o a los privados concertados (sólo en Alicante). De ahí que muchas mujeres directamente acudan al centro privado para saltarse todo este "complicado proceso", como apunta Pérez Campos.

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