EE UU y la UE piden contención, y Borrell condena el asalto y los secuestros

La Unión Europea y Estados Unidos pidieron ayer contención a palestinos e israelíes en torno al conflicto desencadenado por el asalto del Ejército israelí a la cárcel cisjordana de Jericó en busca de activistas palestinos, que se resolvió cuando los activistas fueron apresados por las fuerzas israelíes después de varias horas de tensión.

El portavoz de la Comisión Europea, Johannes Laitenberger, declaró que "tanto el Gobierno israelí como las autoridades palestinas deberían hacer un ejercicio de contención y cuanto esté en su mano para prevenir un deterioro de la confianza". Laitenberger añadió que la Comisión deploraba y condenaba los ataques perpetrados contra las oficinas de la UE y de los Estados miembros, "que están allí para ayudar al pueblo palestino".

El presidente del Parlamento europeo, Josep Borrell, se mostró más contundente: "Condenamos firmemente el ataque de la prisión de Jericó por parte de los israelíes y los secuestros y actos sangrientos que se han producido en reacción en los territorios palestinos", afirmó.

Por su parte, EE UU justificó la retirada de los observadores internacionales de la prisión alegando que temieron por su propia seguridad, según el portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack, que acompaña a la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, en su visita a Indonesia. El portavoz pidió también calma y moderación a palestinos e israelíes para que el incidente no desborde la tensa situación.

En la misma línea, el ministro de Exteriores británico, Jack Straw, pedía a Israel horas antes de la rendición de los activistas "máxima contención" y explicaba en los Comunes que Reino Unido, como EE UU, retiró a los guardias británicos que custodiaban la prisión porque la Autoridad Palestina no garantizaba su seguridad.