Las diputaciones prestaron atención psicológica en 2005 a más de 800 mujeres maltratadas

Las diputaciones de Vizcaya y Guipúzcoa prestaron atención psicológica el pasado año a más de 800 mujeres víctimas de malos tratos a manos de sus parejas o ex parejas, frente a los 13 hombres maltratados que recibieron tal ayuda. Ambas instituciones forales facilitaron también tratamiento psicoterapéutico a 81 varones agresores. Destaca el incremento de los hombres maltratadores que accedieron a terapia en Guipúzcoa, donde la cifra se multiplicó por cuatro con respecto a 2004. La Diputación de Álava no pudo facilitar ayer sus datos pues, según adujo, está ultimando la memoria de 2005.

A lo largo del año pasado, la Diputación vizcaína prestó ayuda psicológica a un total de 569 mujeres víctimas de malos tratos o de agresiones sexuales por parte de sus parejas o ex parejas. Las víctimas masculinas atendidas fueron nueve. También facilitó atención a 36 menores afectados por la violencia doméstica (22 chicas y 14 chicos).

La atención psicológica que ofrecen las diputaciones también se halla al alcance de los hombres y mujeres que ejercen el maltrato. En el caso de Vizcaya, se beneficiaron de ella el pasado ejercicio 44 agresores, frente a los 36 hombres y una mujer de 2004.

Por su parte, la Diputación de Guipúzcoa ayudó el año pasado a 249 mujeres maltratadas, un 12% más que en 2004, y a cuatro hombres, frente a los tres del año anterior. Las mujeres que acuden al servicio psicológico de la institución foral no siempre han denunciado antes la situación que padecen en un juzgado, aunque cada vez son más las que dan ese paso. El pasado año lo hicieron el 57% de las féminas, mientras que en el ejercicio precedente lo habían hecho el 47,5%.

Los hombres agresores que se animaron a acudir al servicio de ayuda psicológica ascendieron a 37, una cifra que cuadruplica el dato de 2004, cuando accedieron al programa nueve varones. La diputada para los Derechos Humanos, el Empleo y la Inserción Social, Mari Carmen Marín, hizo ayer un llamamiento a los hombres que infligen malos tratos a sus parejas para que "asuman su problema" y "acudan a los tratamientos". Según indicó, "la terapia es más efectiva, un 80%, cuando los malos tratos son leves o están en una primera fase: amenazas, insultos, empujones, bofetadas,..."

Marín insistió en la necesidad de "interiorizar que la violencia de género no es una cuestión que atañe exclusivamente a las mujeres", aunque ellas, como demuestran las estadísticas, sean "las principales víctimas de la misma". Bajo esta premisa, la Diputación guipuzcoana organizó durante cinco meses, entre el Día Internacional contra la Violencia de Género (el 25 de noviembre) y el Día Internacional de la Mujer (8 de marzo), un ciclo de conferencias en el que los ponentes han sido todos hombres, con el fin de "implicarles más en esta lacra". Los especialistas evidenciaron que la violencia más habitual es la psicológica. Alertaron además de que las mujeres víctimas son agredidas durante una media de cinco años antes de decidirse a denunciar. Y recalcaron que los agresores tienen una concepción de la sociedad machista, patriarcal y de dominación.

Tres detenidos en tres días

Tres hombres han sido detenidos en Euskadi en los últimos tres días por agredir a sus parejas. La madrugada del pasado sábado, una patrulla de la Policía Municipal de Bilbao arrestaba a O. A. B., de 35 años, al que sorprendió golpeando a su pareja en la calle Lehendakari Agirre.

La segunda detención se produjo también en plena calle y el sábado, pero en Vitoria. La Policía Local arrestó a un hombre de 46 años, tras ser alertada por un ciudadano de que había agarrado por el cuello, zarandeado y arrastrado a una mujer. La agredida, de 47 años, reconoció a los agentes que, pese a tener una orden de protección, había vuelto a convivir con el hombre.

Por último, la Ertzaintza arrestó en la madrugada de ayer en Ermua a J. A.G., de 36 años, por agredir a su mujer en el domicilio familiar. La víctima explicó a los policías que su marido le insultaba habitualmente y que, en ocasiones, también le agredía.