Desde el anonimato

Fontana es el historiador clave de este país, entre los vivos: quizá más aún. Nada se entiende de la España contemporánea sin su hercúlea trilogía hacendística La quiebra de la monarquía absoluta; Hacienda y Estado, y La revolución liberal. Multiplica al maestro Vicens al convertir su herencia enciclopédica heredera de los Annales franceses en precisión de economista público con lenguaje de narrador que hila hechos materiales en secuencias explicativas, también de la Política con pe mayúscula. Y le añade textos, sobre episodios de historia catalana o europea, método, historia de la historia y globalización, bastante más que envidiables.

De Riquer destaca entre los más innovadores de quienes focalizan la Cataluña reciente como espacio historiable. Su Últim Cambó es una cuchilla que rompe tabúes ancestrales sobre el pretendido unanimismo catalanista y la patraña de una Cataluña perdedora en bloque de la Guerra Civil. Los trabajos de Molinero sobre el franquismo, el sindicalismo y la patronal ponen asimismo en evidencia al ideologismo identitario -de pertinaz subsistencia- que inventa naciones míticas construidas por falaces comtes Arnau. Ahí les dolerá a los miembros de esos tribunales que, como toda miserable Inquisición, dictaminan amparados en el más irresponsable anonimato. Cuando todos criemos malvas, de esos chusqueros nadie traerá cuenta; nadie recordará tampoco el conjunto vacío de la obra política del inane conseller. Pero bastantes páginas de estos intelectuales seguirán siendo brújula.