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El futuro de las autonomías

El Senado aprueba sin enmienda el Estatuto valenciano pactado entre el PP y el PSOE

El texto queda pendiente de su ratificación por parte de las Cortes valencianas

El pleno del Senado aprobó ayer sin modificaciones la reforma del Estatuto valenciano pactada por el PP y el PSOE. Ésta es la primera reforma estatutaria que aprueban las Cortes Generales en esta legislatura y que ahora sólo queda pendiente de su ratificación por parte de las Cortes valencianas. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, cerró el debate en el Senado para asegurar que colaborará "con toda lealtad" en el desarrollo del nuevo Estatuto. La reforma salió adelante por 218 votos a favor (socialistas, populares y Coalición Canaria), 21 en contra y una abstención.

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El Senado puso ayer punto final a la tramitación de la reforma del Estatuto valenciano sin incluir ninguna modificación al texto remitido por el Congreso. Esta reforma, la única pactada hasta ahora por los dos partidos mayoritarios, queda ahora sólo pendiente de su ratificación en las Cortes valencianas, donde se aprobó el texto inicial el pasado mes de junio. Rodríguez Zapatero se congratuló por el amplio consenso alcanzado y la aprobación de un nuevo Estatuto que "mejora el autogobierno y las condiciones de vida de los valencianos", y se comprometió a colaborar en su desarrollo "con toda lealtad".

Socialistas y populares se conjuraron para rechazar todas las enmiendas formuladas por el resto de grupos parlamentarios, fundamentalmente Izquierda Unida, CiU y ERC, y evitar que el texto tuviese que volver al Congreso de los Diputados para una nueva lectura. El portavoz del Grupo Socialista y ex presidente valenciano, Joan Lerma, destacó la importancia de la reforma, reflejada por la presencia en el hemiciclo de Rodríguez Zapatero y del secretario general del PP, Ángel Acebes, entre otros altos cargos públicos nacionales. "Se trata, prácticamente, de un nuevo Estatuto con competencias ampliadas y cualitativamente ampliadas", señaló Lerma, "es un Estatuto que puede modificar el calendario electoral autonómico".

"Competencialmente mejora mucho, quiere mejorar la justicia, se recoge la posibilidad de mejorar la Hacienda propia", dijo el portavoz socialista, que sentenció: "Es evidente que es un Estatuto ambicioso, pero no se mira con recelo por el resto de españoles porque saben que no es contra nadie". El portavoz socialista en el Senado criticó a los grupos minoritarios, especialmente a IU y CiU, por "despreciar olímpicamente" una reforma que no se puede circunscribir a las críticas sobre la denominación de la lengua y las limitaciones del sistema electoral valenciano.

La defensa de la reforma por parte del PP la monopolizó el senador valenciano Pedro Agramunt, que enfatizó el hecho de que la reforma cuenta con el doble consenso de los partidos mayoritarios en la Comunidad Valenciana y en las Cortes Generales. "Es una reforma con lealtad total a la Constitución y a la nación española", recalcó Agramunt, que calificó de "exageración que se hable de una reforma express" por parte de IU, CiU y el resto de minorías. "Alcanzamos un Estatuto de primera categoría y no deseamos que sea más que nadie, pero tampoco menos que nadie", indicó el popular, que destacó que con la reforma se aprueban dos cuestiones importantes pendientes: la recuperación del derecho foral valenciano y la capacidad plena de disolución de las Cortes valencianas para convocar elecciones.

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El portavoz de CiU, Pere Macías, justificó su voto contrario a la reforma del Estatuto valenciano por la falta de voluntad de consenso de populares y socialistas. "Nosotros no podemos aprobar este Estatuto, aunque le reconocemos valores, porque creo que va a abrir el debate lingüístico [sobre la unidad del valenciano y el catalán]", añadió Macías.

El grupo de la Entesa Catalana, que agrupa a los senadores socialistas catalanes, Iniciativa per Catalunya y ERC, dividió su voto. Los parlamentarios del PSC votaron a favor del nuevo Estatuto; IC y los republicanos lo hicieron en contra. ERC optó al principio del debate por retirar todas sus enmiendas (más de un centenar) y dejar sólo una que reconocía la denominación de "valenciano" y su pertenencia al mismo sistema lingüístico que el catalán. El argumentario del republicano Carles Bonet, siempre conciliador, no tuvo éxito y se estrelló frente al consenso ya cerrado de los mayoritarios.

El senador de Izquierda Unida Eduardo Cuenca defendió sin éxito las enmiendas que ya se habían rechazado en el Congreso y acusó al PSOE y al PP de anteponer el pacto, por razones distintas, sobre el contenido de la reforma estatutaria. "Ha sido una tramitación express donde las mejoras que proponía el letrado [del Senado] no se han aceptado en aras de esa velocidad", sentenció Cuenca.

En la tribuna de invitados estuvieron presentes el presidente valenciano, el popular Francisco Camps, y el secretario general del PSPV-PSOE, Joan Ignasi Pla, arropados por un buen número de cargos institucionales y del partido. Tras la aprobación del Estatuto en el Senado, las Cortes valencianas tienen previsto ratificar el nuevo texto el 25 de abril.

El presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps (segundo por la derecha), y el líder del PSPV-PSOE, Joan Ignasi Pla (segundo por la izquierda), en el Senado.
El presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps (segundo por la derecha), y el líder del PSPV-PSOE, Joan Ignasi Pla (segundo por la izquierda), en el Senado.LUIS MAGÁN

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