Críticas a la policía irlandesa por no evitar incidentes en la marcha de víctimas del IRA

La Gardai, la policía de la República de Irlanda, fue ayer objeto de numerosas críticas por no haber prevenido con antelación los incidentes que sacudieron el centro de Dublín el sábado, cuando cientos de simpatizantes republicanos provocaron disturbios para evitar una marcha de lealistas y familiares de víctimas del IRA. La Gardai dijo ayer que no disponía de información previa, pero algunos medios y políticos sugieren que el enfrentamiento se estaba preparando desde hace semanas.

Los incidentes empezaron a la una de la tarde del sábado, cuando cientos de republicanos se fueron congregando en O'Connoll Street, la gran arteria comercial del centro de Dublín, para evitar una marcha orangista convocada bajo el lema Love Ulster, que pretendía denunciar el doble rasero del Gobierno irlandés en el conflicto de Irlanda del Norte, al ignorar a las víctimas del IRA. A la marcha acudieron unas 1.000 personas procedentes del Ulster, incluidos conocidos políticos unionistas como Jeffrey Donaldson.

La marcha fue suspendida, pero los manifestantes republicanos siguieron enfrentándose a la policía. Los disturbios, calificados como los peores en Dublín desde hace 25 años, duraron varias horas y se saldaron con heridos, una cuarentena de detenidos y numerosos daños. El ministro irlandés de Exteriores, Dermot Ahern, los denunció como un intento de exportar al sur de la isla las tensiones sectarias de Irlanda del Norte.

A lo largo de la noche del sábado al domingo se registraron también disturbios en Portadown, una de las zonas más conflictivas de Irlanda del Norte, aunque no estaba claro que estuvieran conectados con los problemas de Dublín. Una oficial de policía sufrió heridas de consideración.