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Reportaje:

Tras las bambalinas de Endesa

E.ON y Gas Natural compiten por ganar tamaño y capacidad de generar ingresos integrando los negocios de gas y electricidad

E.ON sorprendió el martes a los mercados, y puso en un brete a Gas Natural y al Gobierno de Zapatero, que han empezado a articular una respuesta al órdago alemán, con el anuncio de una oferta de compra por el 100% de Endesa. La oferta, de 27,5 euros por acción y condicionada a conseguir el 50,01% del capital, responde a una visión muy distinta sobre la estructura del mercado eléctrico en España de la que ofrece la propuesta de Gas Natural. Mientras el la compañía catalana pretende configurar un gran grupo empresaril español, E.ON entiende que la Endesa de mayoría alemana sería una filial de la matriz en Düsseldorf.

La OPA competidora de E.ON revela las prisas de las grandes compañías eléctricas y gasísticas en el ámbito doméstico y también en el marco paneuropeo por aumentar su tamaño. Tratan de asegurarse un lugar en el sol, en un escenario próximo que se augura con pocos protagonistas en relación con los que hoy operan y tratan, además, de condicionar con hechos consumados a los reguladores nacionales y comunitarios en la apertura y liberalización de los mercados energéticos.

Las operaciones corporativas están condicionando también a los reguladores nacionales y comunitarios en la apertura y liberalización del mercado
El precio de los combustibles y las compensaciones públicas al consumo a tarifa han propiciado unos ingresos enormes a las generadoras eléctricas
Las empresas energéticas tratan de asegurarse un lugar al sol en un escenario próximo que se augura con pocos protagonistas en Europa
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Gas Natural, por ejemplo, aceleró su OPA sobre Endesa en septiembre, ante la inminencia de una nueva regulación de los sectores eléctricos y del gas en España, anunciada en principio por el Gobierno para dos meses después, y la posibilidad de que la misma recogiese algunas recomendaciones del Libro Blanco, auspiciado también por el Ejecutivo, que eran poco favorables a los intereses de los mayores operadores. La posible unión de Gas Natural y Endesa y el fortalecimiento de Iberdrola con activos de la primera eléctrica significaba un cambio de escenario sobre el inicialmente previsto para su regulación.

Riesgos similares

E.ON ha anunciado su OPA sobre Endesa una semana después de que la comisaria europea de la Competencia, Neelie Kroes, hiciese públicos los resultados de una investigación sobre la apertura de los mercados energéticos de la UE. El informe denuncia la concentración del mercado, la falta de transparencia, las elevadas e injustificadas tarifas que soportan los clientes industriales y los particulares, y la integración vertical de los negocios eléctricos y de gas.

En ambas operaciones aumenta la concentración aunque sólo sea por la desaparición de un competidor, Endesa, sea en el mercado doméstico o en el europeo (no en vano el grupo eléctrico que preside Manuel Pizarro cuenta con compañías relevantes de generación en Italia y Francia). En los dos casos, además, y con el apoyo de los gobiernos respectivos, se consolida el modelo de integración vertical de los negocios del gas y la electricidad criticado por el informe europeo y en su día, a raíz de la integración en 2002 de la gasista Ruhrgas en E.ON, por las autoridades alemanas de la competencia.

Las dos operaciones corporativas sobre Endesa constituyen un salto cualitativo más en una estrategia de integración que se extiende por Europa y que está propiciada por la utilización cada vez en mayor proporción del gas en producir electricidad. Se ha convertido en una alternativa a otros combustibles fósiles como el petróleo o el carbón, que son más contaminantes, en un momento en que los Estados y las empresas europeas están obligadas a reducir y a pagar sus emisiones de CO2 a la atmósfera, y cuyo suministro además está hasta ahora más sometido a carteles que el del gas. La integración de uno y otro negocio, aducen las compañías, genera economías de escala e aumentos de eficiencia.

Autoridades de la competencia, en Bruselas y en algunos mercados domésticos, señalan sin embargo que la integración reduce por sí misma el número de operadores en los negocios del gas y de la electricidad e incrementa la capacidad de los grupos integrados para imponer precios a sus competidores que no lo están y a los clientes industriales y particulares de gas y electricidad.

La concentración de empresas y la concentración de mercados acompaña a las dos OPA sobre Endesa. En los últimos años, las grandes europeas de la energía han ganado peso mediante compras y fusiones en el continente. La citada E.ON se ha hecho en los últimos años con Powergen y TXU; su compatriota RWE, con Innogy y Thames Water; la francesa EDF, con London Electricity, EnBW y Edison; Enel, con la española Viesgo, y EDP, con la también española Hidrocantábrico-Naturcorp. Son sólo unos ejemplos.

Requerimientos de inversión

La carrera por el tamaño, en España y en Europa, persigue dos objetivos principales: evitar ser devorados por los competidores y poder afrontar unas inversiones que se auguran gigantescas. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) las grandes compañías energéticas tendrán que invertir en Europa miles de millones de euros para atender con garantías la demanda de electricidad en 25 años.

Una demanda que no cesa de crecer, especialmente en España, donde supera con escasa lógica el incremento anual del PIB, y que junto al encarecimiento de los combustibles ha permitido a las mayores generadoras de electricidad obtener grandes ingresos en los mercados liberalizados o indirectamente a través de compensaciones con dinero público en mercados como el español, donde existen tarifas reguladas.

En generación eléctrica, se están dando hoy rentas espectaculares, y aunque el dinero no entra puntualmente en caja (déficit tarifario), las centrales que operan con gas no tienen restricciones y cobran la totalidad. Construir sus propias centrales requiere de Gas Natural importantes inversiones; de ahí que busque desde hace años -lo ha intentado sin éxito en varias ocasiones- hacerse con el control de alguno de los mayores productores de electricidad.

El llamado déficit tarifario ha ayudado a lucir las cuentas de resultados de las Endesa, Iberdrola o Unión Fenosa de turno. Ello explica que con los cambios regulatorios barajados por el Gobierno en relación con estas compensaciones puedan variar las previsiones de resultados de Endesa y pueden empezar también a no cuadrarle los números a E.ON en su oferta por la primera eléctrica española.

Las consultoras técnicas, a la vista de ambas propuestas de compra, advierten que no es oro todo lo que reluce, que hay que estudiarlas muy a fondo antes de pronunciarse y que como advierte Fernando Jiménez, director del Servicio de la Competencia de la consultora Nera, "el energético está muy lejos de ser un mercado perfecto y de comportarse como tal".

El grado de apertura y de desregulación es muy diferente entre unos mercados y otros de la UE, faltan interconexiones entre los países europeos, explican los expertos, y el que Endesa conserve su sede y autonomía en la oferta anunciada por E.ON y el que la alemana tenga aprovisionamientos propios de gas no significa que en ella no vayan a primar los argumentos nacionales y priorice, como es lógico, las inversiones y el abastecimiento en caso de crisis hacia Alemania, el mercado donde tiene su sede.

Wulf Bernotat, consejero delegado de E.ON, explica a la prensa la OPA.
Wulf Bernotat, consejero delegado de E.ON, explica a la prensa la OPA.RICARDO GUTIÉRREZ

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