Pujol encargó un estudio para crear centros de "irradiación nacional"
CiU también realizó encuestas para influir en los barrios de inmigrantes
¿Cómo conseguir una sociedad catalana plenamente nacionalista? Un estudio encargado por el Gobierno de Jordi Pujol en 1995 proponía diferentes medidas para alcanzar este objetivo ideológico. La más polémica, la creación de "asentamientos rurales y urbanos" en los que jóvenes catalanes pudieran pasar largas temporadas combinando la "irradiación nacional" con la "práctica deportiva". El informe planteaba además aprovechar los departamentos de Educación, Cultura y Bienestar Social para que los ciudadanos se sintieran "únicamente" vinculados "a la comunidad nacional de los Países Catalanes".
Buena parte de los 142 estudios encontrados en el archivo del Departamento de Presidencia, y divulgados ahora, están dedicados a evaluar el grado de sentimiento nacionalista en todos los sectores de la población catalana -juventud, niños, inmigrantes, intelectuales, entre otros- y la manera de inducir este pensamiento. Por ejemplo, en el informe sobre la adscripción ideológica de periodistas de TV-3 se sugería que uno de los personajes infantiles más populares en Cataluña, Petris, difundiera mensajes sobre Cataluña, el amor al país y la necesidad de expresarse en catalán.
Bajo el título Posibilidades de potenciar la eficacia de los sistemas de voluntariado se esconde un minucioso estudio, realizado en diciembre de 1995, sobre la estrategia de propagar el nacionalismo catalán. El enunciado del primer capítulo es Construir una sociedad catalana cohesionada en torno al hecho nacional y plantea un programa de actuación mixta Generalitat-iniciativa privada. Al Gobierno catalán le correspondería expandir el nacionalismo utilizando los departamentos de Enseñanza, Cultura y Bienestar Social además de los medios de comunicación públicos (TV-3 y Catalunya Ràdio).
La iniciativa privada, por su parte, sería la responsable de fundar un colectivo, denominado País, destinado a "extender la conciencia nacional en los sectores donde ésta es menor, a través de programas ad hoc y la mezcla natural con ciudadanos de mayor conciencia".
El estudio propone tres "líneas de trabajo" para alcanzar esta sociedad plenamente identificada con el pensamiento nacionalista. La primera es la creación de programas de "integración nacional" destinados, por ejemplo, a taxistas o amas de casa de "determinados barrios". La segunda, el establecimiento de "asentamientos rurales y urbanos dirigidos a crear para la gente joven lugares de convivencia de larga estadía, servicio a la colectividad e irradiación nacional", junto a la "práctica deportiva, que facilite una intensa función de liderazgo para los enseñantes y un elevado grado de socialización entre los participantes". Por último, se propone constituir una asociación, similar a la Cruz Roja pero "más eficaz y marchosa, (...) construida en torno a una idea nacional y una utilidad pública real".
Según este estudio, la Fundación País tendría como prioridad "que todo el mundo se sienta únicamente vinculado a la idea de que pertenece a una misma comunidad nacional plural y democrática". Y se añade: "País otorga especial atención a conseguir la integración nacional de todas las personas que viven en el Principado de Cataluña, las Islas Baleares y el País Valenciano".
Este programa de concienciación nacionalista estaría destinado, señala el informe, "de manera inevitable, a crear la opinión social que se necesita para la ampliación del autogobierno del que no disfrutamos. Hecho nacional catalán".
Barrios periféricos
Otro sector que a Convergència i Unió y al Gobierno catalán se le resistía nacional y electoralmente era el de los barrios con mayoría de población inmigrante, la mayoría de ellos construidos por la empresa pública Adigsa, de edificación de vivienda social.
Con anterioridad, a pesar de las constantes y multimillonarias inversiones, CiU no acababa de cuajar. En febrero de 1993, el Departamento de Presidencia encargó a una consultora la elaboración de un proyecto para penetrar ideológica y electoralmente en estas zonas. La encuesta, que no se llegó a realizar debido a su alto coste, pretendía determinar en cada barrio el grado de popularidad de las acciones del Gobierno catalán, las simpatías políticas de sus habitantes y el sentimiento ciudadano respecto a sus instituciones. También resultaba fundamental conocer las impresiones sobre el presidente Pujol y todo su gabinete.
Dos años más tarde, sin embargo, en 1995 sí se llevó a cabo una encuesta, de 3.000 entrevistas, sobre la intención de voto en los barrios gestionados por Adigsa, la procedencia geográfica de sus ciudadanos, el sentido de pertenencia (español o catalán) y valoración de los líderes políticos. El más valorado era el socialista Pasqual Maragall, si bien la formación más votada era CiU.
Convergència Democràtica declinó ayer comentar estos informes al ser requerido para ello por EL PAÍS.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.