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Reportaje:

Hacia una 'web' que entienda al usuario

Científicos españoles trabajan en un proyecto europeo de red semánticacon bases de datos de biomedicina

Cuántas veces uno desearía que el ordenador dijera: "Ya entiendo lo que quieres decir"? Muchas, especialmente cuando se trata de buscar información en la world wide web (la red de las tres w: www) y uno no tiene claro qué palabra exactamente producirá el resultado deseado. Entonces, sería estupendo que los ordenadores tuvieran una cierta capacidad de comprensión, que reaccionaran correctamente ante el sentido figurado de un término y que no exigieran precisar todas las condiciones de búsqueda para dar el resultado. Si los ordenadores logran dialogar entre sí sobre el significado de la información que tienen, la web dará un salto cualitativo hacia un sistema más eficaz en el intercambio global de datos.

La tecnología se ensayará en sistemas de emergencia en catástrofes
Los ordenadores podrán pedirse explicaciones mutuamente

Este paso adelante de la web está ya en el horizonte, y una tecnología que debe de hacerlo posible es la llamada web semántica, área en la que investigan desde hace unos años expertos en todo el mundo. En Europa, acaba de arrancar un nuevo proyecto internacional sobre web semántica denominado OpenKnowledge. Cuenta con una financiación de cuatro millones de euros del Programa Marco europeo y, bajo la coordinación de Dave Robertson (Universidad de Edimburgo), participan en él destacados investigadores de varios países, incluido el físico británico Tim Berners-Lee, inventor de la world wide web en la década de los ochenta. Por parte española integran OpenKnowledge especialistas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), coordinados por Marco Schorlemmer, del Instituto de Investigación de Inteligencia Artificial (IIIA), en Barcelona.

"Ahora, en la web todos tenemos que utilizar los mismos términos o la comunicación falla", explica Schorlemmer. "Pero si las máquinas tuvieran capacidad de hablar entre sí de igual a igual, con un protocolo que permitiera a los ordenadores pedirse aclaraciones -'esto no lo entiendo, explícamelo'- la comunicación entre ellos mejoraría. Si las máquinas tienen capacidad de entablar este diálogo pueden manejar la información por contenidos semánticos próximos y no sólo por contenidos léxicamente iguales". Esta es la idea básica de la web semántica.

Para que los ordenadores logren esta comprensión mutua, es preciso que los datos en la web lleven meta-información, datos adicionales a los visibles, y en el desarrollo de la web semántica se está haciendo mucho esfuerzo en una codificación del lenguaje que permita a las máquinas procesarla.

En realidad, un buscador como el popular Google está ya muy bien, es capaz de encontrar las palabras clave que se le introducen como criterio de búsqueda en millones de documentos. ¿Entonces, qué debe de aportar de nuevo la web semántica al usuario? "Mejores búsquedas de información, mejor enfocadas, mejor seleccionadas por su relevancia y con resultados más precisos", responde Ramón López de Mántaras, director adjunto del IIIA. Y pone un caso sencillo: "Se podrá buscar en la red, por ejemplo, con el criterio de 'películas que traten de tal o cual contenido' y no necesariamente por el nombre exacto de la película o del director".

Hay que tener en cuenta que un buen programa buscador presenta los resultados de una consulta con un cierto orden, pero establecido con datos estadísticos -como el mayor número de consultas de una página o las veces que contiene la palabra buscada- y no porque entienda la pregunta.

"La mayor parte de los contenidos de la web esta diseñada para que los humanos la lean, no para que la manipulen programas de ordenador con sentido", escribía Berners-Lee en Scientific American. "La web semántica proporcionará estructura al significado del contenido de las páginas web, creando un entorno en el que los agentes de software, rastreando de página en pagina, puedan realmente realizar funciones avanzadas para los usuarios".

Schorlemmer pone un ejemplo: "Uno puede buscar con Google 'imágenes de personas riendo', y obtendrá como resultado muchísimas entradas. Pero el sistema no sabe que debe incluir 'mujeres contentas' o 'niños contentos', que son una subclase de personas. Esto es lo que debe hacer la web semántica". Para ello hay que crear y adjuntar a la información esa información adicional de forma estandarizada que las máquinas puedan manejar. La estructura de diálogo entre ordenadores de igual a igual es una clave del desarrollo, es decir, que las máquinas puedan proporcionar y recabar información en un diálogo constante y no, como ahora en su mayoría, con unas que solicitan la información -de parte del usuario- a otras que la tienen.

Los entusiastas de la web semántica no dudan de que supondrá un gran salto cualitativo, pero eso no significa decir que los millones de usuarios de la web se vayan a encontrar de repente con un sistema de uso radicalmente nuevo. "No será una web diferente de utilizar y se implantará poco a poco", explica Schorlemmer. "Sobre la tecnología actual se irá poniendo en marcha la nueva capa de la red semántica y ambas, la actual y la nueva, convivirán".

Esta nueva forma de comunicación en la red va mas allá: no se trata sólo de mejorar la capacidad de comprensión de las máquinas y de facilitar la cooperación entre ellas y los usuarios. También se vislumbra un nuevo horizonte de conocimiento que surja de la integración completa de contenidos de documentos y datos.

Uno de los objetivos concretos de OpenKnowledge, en el que se centra el grupo español, combina los enfoques de la computación con la biomedicina. Se trata de mejorar, en colaboración con científicos del Instituto de Investigaciones Biomédicas (CSIC), la capacidad de las máquinas para compartir información de secuencias genéticas y proteómicas que tienen los laboratorios, comenta Schorlemmer. Aunque esas secuencias estén disponibles en la web actual, la explotación que se hace es limitada porque mucha información generada en los laboratorios no se introduce en bases de datos centralizadas y se desecha. "Las tecnologías que se desarrollarán en OpenKnowledge facilitarán el hacer que esa información sea asequible a otros laboratorios a través de la interacción en una red descentralizada entre iguales", continúa. Las tecnologías que se desarrollen en el programa se ensayarán en bases de datos de biomedicina en laboratorios de Barcelona y de Edimburgo, por una parte, y en sistemas de emergencia en catástrofes, como los terremotos.

"El gran reto de la web semántica es proporcionar un lenguaje que exprese tanto los datos como las reglas de razonamiento sobre los datos y que permita la exportación a la web de las reglas de cualquier sistema existente de representación del conocimiento", ha explicado Berners-Lee. Y recuerda: "El objetivo es crear un medio universal de intercambio de datos que puedan ser compartidos y procesados tanto por herramientas automáticas como por personas".

Marco Schorlemmer (derecha), junto a otros científicos del Instituto de Investigación en Inteligencia Artificial, en Barcelona.
Marco Schorlemmer (derecha), junto a otros científicos del Instituto de Investigación en Inteligencia Artificial, en Barcelona.JORDI BARRERASCERN

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