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Irán y Rusia negociarán en Moscú una salida a la crisis nuclear

El Ministerio de Exteriores de Rusia confirmó ayer que una delegación iraní llegará a Moscú el 20 de febrero para negociar la oferta de enriquecer uranio en Rusia. El primer ministro ruso, Mijaíl Fradkov, manifestó que su país está inquieto por el desarrollo de la situación en Irán. Los medios de comunicación rusos se muestran escépticos sobre la voluntad de Teherán de aceptar el plan ruso y opinan que Irán se dedica a ganar tiempo.

Mientras, Irán confirmó la reanudación de actividades en la planta piloto de Natanz, pero negó que sus científicos hayan empezado a enriquecer uranio, tal como el día anterior filtraron fuentes diplomáticas en Viena.

"No se ha empezado a trabajar con las centrifugadoras y todavía no se ha inyectado gas", aseguró el vicepresidente de la Organización de la Energía Atómica iraní, Mohamad Said, a la agencia semioficial Fars. La inyección de hexafloruro de uranio en las centrifugadoras es el paso previo al enriquecimiento. Said dejó claro que su organización informará del inicio de ese proceso cuando se produzca "dentro de unos días".

Trabajos preliminares

Poco antes, durante un seminario titulado Conocimiento nuclear: la estrategia de hoy, la necesidad de mañana, el jefe del equipo negociador iraní, Yavad Vaidí, había anunciado el inicio de los trabajos preliminares para el enriquecimiento en la planta de Natanz. Vaidí también confirmó el viaje a Moscú del equipo negociador iraní. No obstante, parece poco probable que los rusos logren hacerles desistir de su empeño en enriquecer uranio dentro de Irán.

"No creo que hayan llegado hasta este punto para dar marcha atrás", interpretaba un embajador occidental destinado en Teherán. Ante lo que el diplomático calificó de "expediente imposible", algunos observadores empiezan a preguntarse si, ante la imposibilidad de frenar el desarrollo nuclear de Irán sin un alto coste, no hubiera sido mejor haber hecho algunas concesiones y haber retrasado su avance unos cuantos años, con la esperanza de que entretanto hubiera cambiado el régimen.

Sin embargo, en la primera entrevista que concede desde su llegada al Gobierno el pasado agosto, el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, mantuvo su posición de desafío. "Irán puede hacer frente a cualquier castigo que le imponga la ONU", manifestó en referencia al envío al Consejo de Seguridad de su dossier nuclear. En declaraciones al diario estadounidense USA Today, Ahmadineyad también reiteró sus controvertidas opiniones sobre Israel y el Holocausto.

En Moscú, mientras tanto, Rusia y Francia adoptaron una declaración conjunta en la que invitan a Teherán a someterse a la resolución del Consejo de Gobernadores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y a sus exigencias de suspender totalmente todas las actividades vinculadas con el enriquecimiento y reciclaje del uranio.

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