Kansas no está tan lejos

Hace poco, el Estado de Kansas decidió que evolucionismo y creacionismo eran equivalentes y debían enseñarse por igual en las escuelas. El ejemplo parece haber cundido, y en un rincón de la culta Europa un parlamento va a decidir crear un nuevo idioma en contra de los conocimientos aceptados por la comunidad científica.

Puestos en harina, los parlamentarios participantes deberían ir más allá de la filología y aprovechar la ocasión para introducir mejoras sustanciales en el resto de saberes.

Así, podrían cambiar el nombre de la "tabla periódica" y llamarla "tabla valenciana de los elementos químicos", con algunas variantes: el símbolo C (que traidores y separatistas se empeñan en llamar carbono) designaría el Castellonio, V (vanadio) el Valencianio, y Ar (argón) al Alicantonio, tras perder la "r" final.

De paso, sería interesante que el PP consensuara, con el PSOE en papel de comparsa (¡perdón!, de oposición), que el número pi se redondeara a 3, con lo que sería más fácil calcular el tamaño de las ruedas de molino con que nos quieren hacer comulgar.

Esa ejemplar simbiosis, que podríamos llamar del PPOE, podría servir de ejemplo a estatutos pendientes, con la definición de los nuevos idiomas andaluz, extremeño o murciano.

Con semejante metodología también se podría decidir (democráticamente, claro está) el valor de la fuerza de gravedad, la localización del alma, las dimensiones de la tierra (plana, por supuesto, casi tan fácil de comprobar como que el valenciano es diferente del catalán o el andaluz del castellano), y un sinfín de cosas que se debieran abordar sin complejos, con el cabal asesoramiento de nigromantes, tertulianos de Tómbola, defraudadores de Hacienda, cantantes melódicos con cuentas tan secretas como compartidas, y la bendición de obispos jugadores en Bolsa y añorantes del palo y del palio.

Y para la ratificación de tan solemnes astracanadas las señorías que las acordaran podrían ir vestidos apropiadamente. Lo cual no quiere decir que vayan de payasos: al menos estos saben cuál es su papel.