Rumsfeld da un margen de confianza a los islamistas palestinos

Donald Rumsfeld, secretario de Defensa de EE UU, dio ayer un inesperado margen de confianza a Hamás al manifestar que hay que "esperar y ver lo que hacen". El jefe del Pentágono habló después de haberse reunido, junto a sus colegas de la OTAN, con representantes de los ministerios de Defensa de los siete países del Diálogo Mediterráneo, seis árabes e Israel. Ante la crisis de las viñetas, todos coincidieron en respetar los valores mutuos, incluidos los religiosos, tratar de rebajar la tensión y profundizar el diálogo.

"Hubo una elección. Hamás ganó, lo que probablemente les sorprendió a ellos mismos. No han hecho anuncios de cómo piensan gobernar, que es distinto a estar en la oposición. Me interesa mucho esperar y ver lo que hacen", declaró ayer Rumsfeld en Taormina (Sicilia), al concluir los dos días de reunión de ministros de Defensa de la OTAN. El posibilismo del secretario de Estado contrastó con la firmeza verbal del secretario general de la Alianza, Jaap de Hoop Scheffer, quien reiteró que "los contactos con Hamás son imposibles".

La OTAN se reunió ayer por primera vez con los ministros de Defensa, o sus representantes, de los siete países del Diálogo Mediterráneo (Mauritania, Marruecos, Argelia, Túnez, Egipto, Jordania e Israel). En la agenda irrumpió la crisis de las caricaturas, que fue abordada sin dramatismo, según De Hoop Scheffer. "Se habló de respeto a los valores, incluidos los religiosos. No hay lugar para la violencia", declaró el secretario general.

Para De Hoop Scheffer, la clave es rebajar la tensión y dialogar. A su juicio, el hecho mismo de que hubiera reunión "es la señal de que ambas partes están en el camino de reforzar la cooperación".

Un distinto refuerzo de cooperación buscan los aliados entre sí para la financiación de la futura Fuerza de Respuesta de la OTAN (NRF), que se presenta como la joya de la corona aliada. Su constitución avanza con lentitud y sobre ella se cierne el problema de cómo repartir los gastos. España, escaldada por el coste del ensayo de la NRF en la operación humanitaria de Pakistán -18,5 millones de euros, de los que hasta ahora la OTAN sólo ha pagado 350.000-, pretende que una parte significativa de los 12 millones de la factura del transporte corra a cargo de los aliados. "No hemos encontrado todavía la respuesta, porque es un debate complicado", apuntó De Hoop Scheffer.

El ministro de Defensa español, José Bono, expresó su confianza de que la cumbre de la OTAN a celebrar en noviembre en Riga (Letonia) garantizará "una financiación adecuada" para la fuerza expedicionaria aliada. En la protección de la asamblea de Riga participarán cuatro Mirage F-1 del Ejército del Aire español, dos en alerta y dos en reserva, que se ocuparán, del 1 de agosto al 30 de noviembre, de la vigilancia del espacio aéreo de los países bálticos. Las tres repúblicas, Estonia, Letonia y Lituania, carecen de aviones de combate, por lo que los otros aliados se turnan para cubrir la carencia.

Bono tenía serias dudas sobre la asunción de este compromiso, pero finalmente lo aceptó y lo sometió el verano pasado a votación en la Comisión de Defensa del Congreso, que dio el visto bueno. Fuentes de Defensa indican que, aunque desplazados al Báltico y bajo control de la OTAN, los aviones no podrán abrir fuego sin autorización de Madrid.

Letonia y Lituania comparten frontera con Bielorrusia, que a partir de marzo recibirá cuatro baterías de misiles antiaéreos con 150 kilómetros de alcance a instalar en el oeste del país. "No veo problemas con eso", dijo Serguei Ivanov, ministro de Defensa ruso, también presente en Taormina. "Es un arma exclusivamente de defensa".