EE UU acaba por la fuerza con una huelga de hambre en Guantánamo

Estados Unidos ha decidido acabar por la fuerza con la huelga de hambre que mantienen desde hace más de seis meses algunos presos del centro de detención de Guantánamo. Según informaba ayer The New York Times, citando a "funcionarios estadounidenses" y a "los abogados de algunos presos", las autoridades militares de la prisión en la base estadounidense en Cuba alimentan a los presos por vía nasal y los mantienen atados a sillas. Les impiden vomitar.
El abogado Thomas Wilner, defensor de seis presos kuwaitíes a los que visitó la semana pasada, declaró: "Es obvio que el Gobierno ha puesto fin a la huelga de hambre mediante los tratos más brutales e inhumanos. Es una vergüenza". Wilner y otros abogados defensores denuncian que a los prisioneros en huelga les han quitado "las mantas, libros y otro tipo de lujos". También han denunciado que las sondas alimentarias se introducen y se retiran de forma tan violenta en la laringe que provocan "gritos de dolor" en los presos.
Un portavoz del ilegal centro de detención en Guantánamo, el teniente coronel Jeremy Martin, declaró al Times que sólo cuatro prisioneros aún mantienen la huelga de hambre, frente a los 84 que las autoridades reconocían a finales de diciembre -la huelga la iniciaron en septiembre 113 reos-.
Estados Unidos mantiene en un limbo legal a más de 500 presos desde finales de 2001. El teniente coronel Martin dijo que la huelga de hambre era "una táctica de Al Qaeda" para captar la atención de los medios de comunicación. Cuando comenzó la huelga, la protesta de los presos estaba dirigida contra el encarcelamiento indefinido al que están sometidos. En las últimas semanas, los huelguistas protestan también contra condiciones concretas del régimen carcelario.
Para el asistente del secretario de Defensa, William Winkenwerder, alimentar por la fuerza a los reclusos es "una cuestión moral". "¿Se puede permitir que una persona se suicide? ¿O se deben tomar las medidas necesarias para preservar su vida?". Winkenwerder dijo que tras revisar la política sobre alimentación involuntaria, el Pentágono llegó a la conclusión de que era "ético" evitar que los reclusos se quitasen la vida.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Archivado En
Últimas noticias
Zelenski confirma que cualquier pacto con Rusia deberá ser ratificado en referéndum
María Corina Machado denuncia amenazas de “ejecuciones extrajudiciales” a presos políticos en Venezuela
Feijóo remite a la jueza sus ‘whatsapps’ con Mazón el día de la dana y pide declarar por vía telemática
El abogado de Sijena ofrece un acto de conciliación al director del MNAC, pero exige su dimisión
Lo más visto
- El líder groenlandés responde a Trump: “Groenlandia es nuestro país. Nuestras decisiones se toman aquí”
- La revalorización de las pensiones queda en el aire por la negativa de la derecha a apoyar otras medidas sociales
- Comprobar Lotería de Navidad 2025: consulta la lista de números premiados
- El PP de Almeida vota en contra de dedicarle a Robe Iniesta un centro juvenil porque antes quiere hablarlo con su familia
- La cúpula de Vox votó por unanimidad la destitución de Javier Ortega Smith




























































