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Reportaje:25 AÑOS DE ARCO

Cristo empuña un misil en una maqueta de plástico

La pieza, del artista Óscar Seco, se exhibe en la galería Ferran Cano

En una feria que en general presenta obras que se mueven en lo políticamente correcto, la exhibición, en el pabellón de la galería Ferran Cano, de una pieza en la que aparece la imagen de Cristo que sostiene en la mano un misil ha causado un cierto revuelo. No tanto porque obras como ésta no se hayan visto en otras ediciones de Arco, sino porque coincide con la polémica tras la publicación por el diario danés Jyllands-Posten de 12 caricaturas de Mahoma, lo que ha provocado una especial sensibilidad hacia la imaginería religiosa.

"No ha sido mi intención provocar ninguna polémica", comentaba ayer Óscar Seco (Madrid, 1964), artista que ayer era, para su sorpresa, el más solicitado de la feria. "Hice esta pieza hace cinco o seis meses en parte inspirado en el principio del filme 2001, una odisea del espacio, de Kubrick, sólo que sustituyo el monolito de la película por una imagen de Cristo que representa en cierta manera todas las religiones. Es una metáfora, en clave irónica, de cómo el fanatismo religioso puede provocar el enfrentamiento entre las personas". El artista aclara que hay que leer sus obras en clave irónica o como un juego a través del que pretende desdramatizar historias difíciles, pero que "respeta todas las religiones y en ningún momento tenía intención de ofender".

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La obra en concreto lleva por título Nazis y Jesucristo, es de pequeño tamaño y consiste en una maqueta en la que aparecen soldaditos vestidos como la infantería nazi que transportan en plan costalero un tanque. Se dirigen hacia una figura de Cristo -un Corazón de Jesús comprado en una tienda religiosa- que sostiene en su mano un misil y que está a punto de ser alcanzada por el jefe de la columna militar. La escena la observa una morsa, lo que da cuenta del tono irónico e incluso surreal de la pieza. Seco presenta otras maquetas similares en la galería y en una de ellas representa una batalla de la Guerra Civil, un tema que aborda también en sus pinturas.

La maqueta de la polémica está valorada en 3.000 euros, pero el galerista ha decidido que no la vende porque se la queda él mismo. Ferran Cano, con galería en Palma de Mallorca y en Barcelona, está también sorprendido con el revuelo creado por la pieza. "No me lo podía creer", afirma. "De hecho, a mí lo que me escandaliza no es esta imagen, sino el exceso de obra light y formalista que hay en Arco, parece que últimamente los artistas son menos sensibles a lo que está pasando en el mundo que la gente normal de la calle. Creo que tiene que ver con que los poderes fácticos censuran a través de las becas y las subvenciones".

La pieza atrajo ayer la atención de numerosos medios de comunicación y estuvo en la boca de tertulianos y comentaristas, lo que provocaba curiosas imágenes de visitantes fotografiándola con deleite. Incluso la ministra de Cultura, Carmen Calvo, fue interrogada sobre el tema en Punto Radio, según informa Europa Press. Calvo indicó que no la había visto personalmente, pero recordó que la libertad de expresión es también "libertad de conciencia y de pensamiento". En este sentido, señaló que "hay que respetar todo, lo que uno cree y lo que no, en el orden cotidiano de la vida, y más aún cuando se trata de arte".

<i>Nazis y Jesucristo,</i> de Óscar Seco, en la galería Ferran Cano de Palma de Mallorca-Barcelona.
Nazis y Jesucristo, de Óscar Seco, en la galería Ferran Cano de Palma de Mallorca-Barcelona.ULY MARTÍN

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