Una de cada cuatro personas que trabajan en la capital vive en otro municipio

En Madrid trabajan ya más de 1.845.000 personas, pero un 25% de ellas -alrededor de 460.000 trabajadores- son vecinas de otros municipios que entran y salen cada día para trabajar en la capital. Es uno de los datos contenidos en el último Barómetro económico del Ayuntamiento, que arroja también otras cifras: el proceso de regularización de inmigrantes de 2005 ha disparado el número de los cotizantes en el sector de la construcción -uno de cada cuatro ocupados en tajos de la región es extranjero- y ha hecho aflorar 30.000 empleos de "personal doméstico", casi exclusivamente mujeres. Por el contrario, la industria sigue su descenso imparable: en el último año se han perdido 3.360 empleos en el sector industrial.

El alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, y su consejero de Economía, Miguel Ángel Villanueva, presentaron ayer la última edición del Barómetro de Economía de la Ciudad de Madrid, que tiene periodicidad trimestral e incluye tanto datos puramente económicos como de calidad de vida en la capital. Lo que sigue es un resumen de los más importantes.

- Medio millón de madrileños que no viven en Madrid. La capital tiene 3,1 millones de habitantes y 1,8 millones de trabajadores afiliados a la Seguridad Social (otros muchos que no cotizan quedan fuera de las estadísticas municipales). Cotejando datos, el Ayuntamiento ha llegado a la conclusión de que "una cuarta parte de los trabajadores vive en otros municipios", principalmente de la Comunidad de Madrid. Esos 461.000 empleados no residentes coinciden casi exactamente con la cifra de medio millón de entradas y salidas diarias de vehículos que maneja el área de Movilidad.

- El efecto "espectacular" de la regularización de inmigrantes. "En el último año, el proceso de regularización de inmigrantes ha tenido un efecto espectacular sobre el volumen de afiliación a la Seguridad Social en el conjunto de España", reza el informe. Y traslada a las cifras madrileñas ese fenómeno, cuya dimensión es especialmente visible en dos sectores. El primero, el de la construcción: los inmigrantes son ya el 25% de los empleados en cada tajo, cuando hace sólo un año representaban el 15,8%. Son cifras referidas a toda la región, porque la Seguridad Social no desglosa por municipios; pero el coordinador general de Economía, Ignacio Niño, aporta un dato: el 44% de los nuevos contratos en la construcción realizados en la capital el año pasado fue hecho a inmigrantes (en 2004 ese porcentaje era del 34%). "Es evidente que el peso de los inmigrantes en los tajos madrileños es cada día mayor", afirma Niño.

El otro sector en el que más se nota la mano de la regularización es el del "personal doméstico": los empleados de hogar -principalmente, mujeres inmigrantes- cotizantes a la Seguridad Social eran 46.192 en el tercer trimestre de 2004 y ascendían a 76.873 en el mismo periodo de 2005. Un incremento del 66%. La regularización impulsada por el Gobierno en 2005 imponía como requisito previo la afiliación del inmigrante en la Seguridad Social.

- Muchos servicios, cada vez menos industria. El 85% de los trabajadores madrileños está empleado en empresas de servicios (comercios, restaurantes, bares) o en la Administración pública. Pero el sector que más creció en el último año (un 11,7%) es el de la construcción -gracias, de nuevo, a los inmigrantes-, que suma ya 150.316 empleos (ver gráfico).

La industria, por el contrario, sigue su caída libre: en 12 meses -de septiembre de 2004 a septiembre de 2005- se perdieron otros 3.360 empleos, de acuerdo con las cifras de afiliados a la Seguridad Social. Entre 2001 y 2005 se destruyeron más de 30.000 empleos, el 20% del sector, según admitió el Ayuntamiento hace ya un año.

- Rozando el pleno empleo. En Madrid había 106.396 parados en septiembre de 2005: una tasa de desempleo del 5,9% (5,7% de paro masculino y 6,3% de paro femenino). Pero el alcalde afirmó ayer que a día de hoy la tasa de paro está en el 5,2%, rozando el "pleno empleo", un umbral por debajo del cual el paro se considera asociado a razones estructurales y que los economistas sitúan en el 5%.

- Villa de Vallecas, sin zonas verdes. El Barómetro incluye un estudio sobre la distribución de las zonas verdes en la ciudad: 5.138 hectáreas, el 9% del municipio. Pero en esa distribución se observa un "fuerte desequilibrio territorial": en Villa de Vallecas, apenas el 1,1% del distrito es zona verde, mientras que casi la mitad del distrito de Moncloa está ocupada por parques y jardines (ver gráfico).

- El mapa del ruido. El informe recoge también un "mapa del ruido", que concluye lo ya sabido: los vecinos que más ruido soportan son los de la almendra central y Barajas; los primeros, por los bares y el tráfico; los segundos, por el aeropuerto. Pero aporta un dato: 14 de las 30 estaciones de medición de la ciudad registran valores medios superiores a 65 decibelios, límite recomendado por la normativa europea. Los cinco puntos más ruidosos son la plaza del Doctor Marañón, la esquina de Alcalá y O'Donnell, Cuatro Caminos, plaza de Castilla y el cruce de Recoletos con Bárbara de Braganza.