"Lo idóneo es el reciclaje y luego la incineración"
Xabier Elías, (1944, Barcelona), ingeniro industrial, ha presentado en Bilbao el libro Tratamiento y valorización energética de residuos, en el que plantea cómo aprovechar los desechos que generan los ciudadanos para obtener energía.
Pregunta. ¿Qué tenemos que hacer ante la creciente generación de residuos?
Respuesta. El problema es que cada persona generamos 20 kilos al día, de los que sólo uno es residuo urbano. Trece son orgánicos y, de ellos, diez son los residuos de lo que necesitamos para alimentarnos, los que proceden de la alimentación animal, mataderos...
P. ¿Cuál es la tecnología más apropiada para su valorización?
R. Cada residuo es diferente. Si esos trece kilos los tratáramos a través de la incineración, se obtendría una potencia energética igual a la de seis centrales nucleares. Estamos echando en el vertedero toda esa energía. La solución depende de la tipología del residuo. En España lo habitual es el depósito en el vertedero, pero es desperdiciar energía. En una ciudad de un millón de habitantes, los residuos que se envían al vertedero generan gases de efecto invernadero equivalentes a 80.000 coches.
P. En Euskadi se ha apostado por la incineración, con una planta en marcha y otras dos en proyecto. ¿Le parece bien?
R. Sí. Lo idóneo es la recogida selectiva de todo lo que se pueda, y el resto, que se incinere. Lo importante es que no vaya nada a los vertederos.
P. Los ecologistas dicen que la incineración trae problemas ambientales.
R. Yo tampoco quiero la incineración, pero ¿qué alternativa hay? En el centro de París, junto al río Sena, hay tres grandes incineradoras. Si esto contaminara, no estaría ahí. Lo que pasa es que hay que hacerlo bien.
P. ¿Hay que potenciar el compost?
R. Se puede hacer cuando ha habido una recogida selectiva muy rigurosa, y eso es viable en ciudades de menos de 50.000 habitantes, después de una campaña de concienciación y un proceso largo, de años. En Colonia, con la tradición alemana de separar los residuos, se echaba el 7% de impropios [el material inservible para el compost], y eso hacía inviable el proceso. En Barcelona, ese porcentaje rebasa el 15%.
P. Su libro habla del hidrógeno como combustible de futuro. ¿Desaparecerá la gasolina?
R. Todavía no. Lo que se puede hacer, como en Canadá, es elaborar combustible a partir del fango de las depuradoras. El hidrógeno es fácil de utilizarlo como combustible, pero lo difícil es obtenerlo, porque es un gas que hay que comprimir. La solución para el vehículo sería la pila de metanol, que se hace a través de la biomasa. Es más costoso, pero el metanol es un líquido como la gasolina y te posibilita utilizar toda la infraestructura actual.
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