_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Desafiante Irán

A pesar del dramatismo ambiental de que ha sido rodeada, la decisión de remitir el dossier nuclear iraní al Consejo de Seguridad, adoptada en una tensa y larga reunión extraordinaria por el Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA), otorga a la diplomacia internacional al menos otro mes para seguir negociando con Teherán. Y ni siquiera presupone que Washington y la Unión Europea sean capaces de conseguir del máximo órgano de la ONU -en cualquier caso, tras un nuevo informe del OIEA, en marzo- sanciones diplomáticas o económicas contra el régimen iraní, a las que Moscú y Pekín son abiertamente renuentes, pese a su alistamiento reciente en el frente internacional de presión.

Más información
IRÁN SUSPENDE el control nuclear de la ONU, pero sigue abierto a las negociaciones
Irán suspende las inspecciones nucleares de la ONU pero sigue abierto a la negociación

El pulso entre Irán y las potencias occidentales viene de atrás, después de que opositores en el exilio denunciasen en 2002 que el régimen estaba embarcado en un programa atómico secreto, algo que sucedía en realidad desde finales de los ochenta. En este tira y afloja diplomático, Teherán, que siempre ha negado buscar armas nucleares, se había mostrado en general contemporizador. Esta actitud ha sido sustituida ahora por otra agresiva, orquestada con retórica de combate por el flamígero presidente Mahmud Ahmadineyad, él mismo irrelevante en un tema estratégico que cae bajo la jurisdicción del líder supremo, Alí Jamenei.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

El cálculo es aparentemente impecable: EE UU y sus aliados no están en condiciones de abrir un nuevo frente en una región explosiva. El régimen de los ayatolás considera que en las circunstancias actuales, con el petróleo por las nubes (Irán es el cuarto productor mundial), sería suicida cargar contra un país islámico que tiene vara alta y capacidad para radicalizar algunos de los conflictos más graves de nuestros días: se trate de Irak, a través de sus vínculos con los chiíes inevitablemente gobernantes; de Palestina, caso de Hamás; o de Afganistán. La nueva estrategia iraní llega aderezada con una doble amenaza explicitada ayer: reanudación del enriquecimiento de uranio a gran escala y cancelación de las visitas sin preaviso de los inspectores de la ONU a sus instalaciones nucleares.

El OIEA, engañado sistemáticamente por el régimen integrista islámico, no considera a Irán una "amenaza inminente". Pero ha ido acumulando indicios que apuntan inequívocamente hacia proyectos atómicos de índole militar. Su decisión del sábado constata a la vez un peligroso itinerario -subrayado con caracteres alarmantes por la canciller Angela Merkel- y concede un inevitable nuevo plazo a la negociación, vestida ya con ropajes de urgencia.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_