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Chávez afirma que la oferta de ocho buques españoles para Venezuela fue espiada por EE UU

Un funcionario de Washington tuvo acceso a la propuesta de venta de las patrulleras

Varios documentos relacionados con la oferta de construcción de cuatro buques de vigilancia costera y otros cuatro oceánicos por parte de la empresa española Navantia formaron parte de los secretos militares que oficiales de la Armada de Venezuela entregaron a funcionarios estadounidenses, según confirmó el sábado el presidente de Venezuela, Hugo Chávez. Este caso de espionaje ha supuesto una nueva escalada en la tensión entre los dos países, con la expulsión del agregado naval estadounidense en Venezuela y de la ministra consejera venezolana en Washington.

La incidencia -que incluyó también datos sobre operaciones navales y otras compras de equipos proyectadas- causó la declaración de persona non grata del agregado naval de Estados Unidos, John Correa, el diplomático que supuestamente dirigía las acciones de espionaje. Esta medida agudizó el intenso conflicto entre Caracas y Washington, que respondió expulsando a la ministra consejera de Venezuela, Jenny Figueredo.

"Te mando la propuesta española de los patrulleros. Cuando esté lista la nuestra te la mandaré", decía un mensaje de correo electrónico enviado, según el presidente Chávez, por uno de los oficiales venezolanos al funcionario estadounidense, quien, por su origen puertorriqueño, usaba el alias digital de El boricua.

La única persona detenida hasta ahora por el caso, el civil Jacinto Nohuel Moro, fue arrestado por la Dirección de Inteligencia Naval cuando trataba de entregar a un contacto (presuntamente al funcionario diplomático estadounidense) un disco compacto enviado por su yerno, el capitán de corbeta retirado José Plaza López. El abogado de Nohuel, Alonso Medina Roa, informó de que el contenido del disco "es propiedad de una empresa española".

El contrato para la construcción de los ocho buques fue suscrito en noviembre de 2005 en el palacio presidencial de Miraflores, el mismo día que se pactó la construcción de 12 aviones de transporte C-295 y C-235 con la firma EADS-CASA. Ambas operaciones tienen un coste aproximado de 1.700 millones de euros.

Durante la firma del contrato estuvo presente en Caracas el ministro de Defensa español, José Bono, quien subrayó el carácter "no ofensivo" de los equipos españoles.

La venta de los aviones ha sido vetada por Estados Unidos, pues tales equipos tienen componentes de fabricación norteamericana. Washington alega que las compras militares de Venezuela desestabilizan la región suramericana. EADS-CASA y las autoridades venezolanas acordaron la semana pasada seguir adelante con el contrato a pesar del veto estadounidense, a sabiendas de que aumentarán los costes y el tiempo de entrega de las aeronaves.

Oposición a la venta

Fuentes extraoficiales indicaron que la labor de los funcionarios estadounidenses consistía en conocer las características del contrato entre Navantia y el Ministerio de Defensa venezolano y obtener datos que le permitan a Washington oponerse también a esta venta.

El presidente venezolano, Hugo Chávez, hizo las mencionadas revelaciones sobre el caso del espionaje durante el discurso que pronunció el sábado ante decenas de miles de seguidores en lo que fue el inicio no oficial de su campaña para ser reelegido por otros seis años, en los comicios previstos para el próximo mes de diciembre.

En ese mismo escenario, el presidente venezolano dio a conocer un plan de compras de armas que le permitan tener en pie de guerra a un millón de personas armadas en Venezuela, entre soldados regulares y hombres y mujeres pertenecientes a la Reserva Nacional, pues teme algún intento de invasión por parte de Estados Unidos.

"Los fusiles rusos no van a ser suficientes, tendremos que comprar más armas, fusiles y lanzacohetes, porque si vienen a buscarnos, nos van a encontrar", dijo Hugo Chávez, refiriéndose al contrato de adquisición de 100.000 Kalashnikov AK-103, que pactó Venezuela con Rusia en 2005 para sustituir el arma básica de su Fuerza Armada, que hasta ahora ha sido el Fusil Automático Liviano (FAL), fabricado en Estados Unidos.

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