Bush pide a Estados Unidos que rompa con la "adicción al petróleo"
El presidente asegura que el país no se refugiará en el aislacionismo o el proteccionismo
George W. Bush condenó el aislacionismo político y el proteccionismo económico en su quinto discurso sobre el estado de la Unión, el mensaje con el que trata de recuperar la iniciativa tras su peor año en la Casa Blanca. El presidente asumió que los estadounidenses tienen "adicción al petróleo" y pidió romperla "mediante la tecnología" y el desarrollo de fuentes de energía alternativas. Con malos índices de apoyo y un capital político muy disminuido, Bush quiso relanzar la pasada madrugada una visión amplia y optimista de Estados Unidos y del mundo.
"Podemos elegir entre actuar con confianza y perseguir a los enemigos de la libertad o retirarnos de nuestras obligaciones confiando en una vida más fácil; elegiremos entre la construcción de nuestra prosperidad dirigiendo la economía mundial o la exclusión del comercio y de las oportunidades", decía el texto del discurso facilitado ayer por la Casa Blanca horas antes de la comparecencia de Bush, prevista para las tres de la madrugada, hora peninsular española. "En un tiempo complejo y lleno de desafíos, el camino del aislacionismo y el proteccionismo puede parecer tentador y atractivo, pero desemboca en la decadencia y el riesgo. La única manera de protegernos y de asegurar la paz, la única forma de controlar nuestro destino, es a través del liderazgo; por eso, los Estados Unidos de América seguirán liderando".
La popularidad de George W. Bush, por debajo del 50% en los últimos diez meses, está ahora en el 43%. Su credibilidad ha sufrido un enorme desgaste. Desde la pésima respuesta al huracán Katrina hasta las revelaciones de las escuchas electrónicas secretas, pasando por los casos de corrupción entre los líderes del Congreso, el precio de la gasolina y la incierta perspectiva de Irak, casi todo han sido reveses para el presidente. De ahí su intento de ofrecer una visión amplia y optimista que trate de difuminar errores y problemas y que dé un sentido a los sacrificios.
Bush reclamó un esfuerzo de "educación, talento y creatividad" "para abordar el desafío de nuevos competidores como India y China". Sobre los retos de la energía y con un barril de petróleo casi a 70 dólares, el presidente reconoció que EE UU "tiene adicción al crudo, que a menudo se importa desde lugares inestables del mundo", y pidió "romper esa adicción a través de la tecnología" y explorar otras posibilidades, desde los nuevos reactores nucleares a los combustibles alternativos.
En el grave problema del sector de la salud, Bush dijo: "Hay que abordar los costes crecientes, reforzar la relación médico-paciente y ayudar a la gente a que tenga la cobertura médica que necesita". Pocos compromisos para los que deben pagarse el seguro por su cuenta (27 millones de personas), aparte de subrayar la necesidad de un mejor control de los gastos para los 174 millones que están asegurados a través de sus empresas. Otros 78 millones están cubiertos por el Estado -mayores, discapacitados o pobres- y hay 46 millones de personas sin seguro.
En la dimensión internacional, sin mucho margen de maniobra debido a la dura realidad en Oriente Próximo, Bush estaba obligado anoche a tirar de nuevo del optimismo: "Hacia el exterior, nuestra nación tiene un compromiso histórico y a largo plazo: el fin de la tiranía en el mundo. La seguridad futura de América depende de ello". En el capítulo del terrorismo, y cerca de sus referencias ya conocidas a Irak, en donde han muerto más de 2.240 soldados, de nuevo la declaración contra el aislacionismo: "No podemos encontrar la seguridad en el abandono de nuestros compromisos y el repliegue dentro de nuestras fronteras (...) La única manera de derrotarles es vencer su oscura visión de odio y miedo ofreciendo la alternativa de libertad y cambio pacífico (...) y tomar la ofensiva estimulando el progreso económico, combatiendo las enfermedades y extendiendo la esperanza". Además, Bush pidió a la comunidad internacional que mantenga la presión para que Irán no pueda desarrollar armas nucleares.
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