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Hacienda responderá a la rebaja de precios del tabaco con otra subida de impuestos

Altadis estudia bajar hoy entre 50 y 65 céntimos el precio de sus principales marcas

El Ministerio de Hacienda estudia una nueva subida de los impuestos del tabaco, tras la decidida el pasado 20 de enero y que fue respondida por la multinacional estadounidense Philip Morris con una sorprendente bajada de precios, que puede ser contestada hoy por Altadis con rebajas de entre 50 y 65 céntimos en el precio de sus principales marcas. Con la subida, Hacienda pretende que no se evaporen los 600 millones adicionales que esperaba obtener y que han sido neutralizados en parte. La subida de impuestos es reclamada también por los estanqueros, que ven en peligro sus márgenes.

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La tabaquera Altadis entra en la guerra de precios con Philip Morris

La última subida de impuestos del tabaco puede quedar anulada en buena medida con la decisión de la multinacional de bajar sus precios, lo que generará menos recaudación. De ahí que el Ministerio de Hacienda se disponga a contraatacar con una nueva subida de impuestos. La batalla entre Philip Morris y Hacienda viene de lejos, y es la misma que ha dado en otros países europeos.

La multinacional ha solicitado un impuesto mínimo fijo, utilizado en algunos países de la UE, con el fin de gravar relativamente más las cajetillas baratas. Esta propuesta ha sido rechazada por Hacienda por considerar que, de esta forma, la multinacional lo que busca es reducir la competencia y mantener su mercado de marcas generalmente más caras.

El enfrentamiento ha sido de tal calibre que, tras la decisión de Hacienda de subir los impuestos del tabaco el pasado día 20, la multinacional ha contestado con una bajada de sus precios. Al ser impuestos en una parte proporcionales, cuanto menor es el precio menor es la recaudación. La guerra no ha hecho más que empezar, y Hacienda ahora se prepara para nuevas subidas.

Con la bajada de los precios de sus principales marcas, Philip Morris no sólo reta a Hacienda, sino que ha cambiado el paso a su competidor Altadis y ha puesto en pie de guerra a los 16.000 estancos que temen perder ingresos (el 8,5% sobre sus ventas).

La tabaquera hispanofrancesa responderá previsiblemente a partir de hoy con un descenso de 65 céntimos en las cajetillas de Fortuna y Nobel que costarán 1,85 euros y de 50 céntimos en la de Ducados que queda en dos euros, informa Europa Press.

El impuesto especial mínimo es defendido también por el resto de las empresas del mercado español. Con su aplicación, mantienen, se evita que una cajetilla cueste al público menos de dos euros, por muy poco margen que se quede la tabacalera.

El pulso de la multinacional se produce meses después de la irrupción en el mercado de las llamadas marcas baratas de tabaco. El fenómeno de las marcas baratas, que ya copan el 30% del mercado, es visto con inquietud por todo el sector y por el Gobierno. Las empresas, porque ganan menos, al igual que los estancos. El Gobierno, porque incita a los jóvenes al consumo en plena campaña de lucha contra el tabaco y porque también ingresa menos.

La cajetilla de tabaco tiene en España tres impuestos. Dos forman el impuesto especial, desglosado en el denominado ad valoren, impuesto proporcional sobre el precio en venta al público y que ahora se sitúa en el 55,95%, tras la subida de un punto el 20 de enero. El segundo es el impuesto especial específico, un impuesto fijo por número de unidades y que en España tras la última subida de dos euros se sitúa en 6,20 euros por cada 1.000 cigarrillos. Por último, un IVA del 16% sobre el precio final. En total, la fiscalidad del tabaco en España se eleva al 74,7%, coincidente con la media de la UE-15.

Categoría más solicitada

La comparación no es homogénea, al tener como referenciada la categoría de precios más solicitada, que en la mayoría de los países corresponde a la marca Marlboro, mientras en España se calcula sobre el tipo Fortuna, en gama de precio inferior, aunque tras la subida del primero su precio en venta es mayor.

La decisión de Philip Morris también ha puesto en contra a la red de distribución de los 16.000 estancos. Ayer, el presidente de la Unión de Estanqueros de España, Manuel Fernández Vicario, anunció su intención de recurrir a la justicia ordinaria o a las autoridades de la competencia, según decidan sus servicios jurídicos, contra Philip Morris.

Fernández Vicario, cuya asociación representa a 10.500 estancos, quiere una nueva subida de impuestos para que suba el precio del tabaco. Fernández Vicario no pide que se les devuelva el dinero, sino que les dejen vender sus existencias en el almacén a los precios antiguos.

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