Rutas para llegar a buen puerto
La LOE rediseña dos programas que permiten obtener el título al alumno que necesita un apoyo extra
Hay alumnos que no consiguen aprobar curso a pesar de que no les falta motivación para el estudio. Hay otros que directamente se niegan a estudiar, quizá porque no le ven ninguna utilidad, quizá porque están pensando en salir de una vez al mundo laboral. Cuando estos chicos llegan a la mitad de la educación secundaria obligatoria han repetido curso una o dos veces y todo parece indicar que no terminarán sus estudios. El reto es intentar que culminen su educación habiendo obtenido el título, con las habilidades suficientes para enfrentarse al mundo laboral y, sobre todo, con la posibilidad de proseguir con su educación si así lo desean.
Esto es lo que persiguen los Programas de Diversificación Curricular y los de Cualificación Profesional Inicial. La Ley Orgánica de Educación (LOE) recientemente aprobada introduce cambios en la diversificación y crea esa segunda alternativa de cualificación profesional que reabsorbe, con cambios, los antiguos Programas de Iniciación Profesional impulsados por el PP durante su anterior etapa en el Gobierno (que no llegaron a ponerse en práctica) y los Programas de Garantía Social. Ofrecer puentes y alternativas para que nadie, o el menor número posible de alumnos, se quede sin el graduado en ESO es el objetivo. A partir del próximo curso, cuando previsiblemente ya esté en vigor la LOE, éstas son la opciones que los profesores podrán proponer a los chicos (y a sus padres) que corren el riesgo de no conseguirlo:
- Diversificación curricular. Hasta ahora, esta opción no se podía tomar hasta los 16 años. Con la LOE, la edad se adelanta "excepcionalmente" a los 15. Esta iniciativa ha sido una petición de las personas que trabajan en estos programas, pero advierten: "Hay ocasiones en las que es recomendable que algún alumno tome este camino a los 15, pero no se puede utilizar esta posibilidad generalizadamente para segregar al alumnado", señala Milagros Montoya, profesora de diversificación en un instituto de Madrid.
Más de una década lleva funcionando esta alternativa que consiste en que los chavales se incorporen a clases más reducidas (de unos 15 alumnos), con contenidos más suaves, especialmente diseñados para ellos, y donde se intentan buscar otros ángulos para explicar literatura, historia o geografía. Un solo profesor se encarga de dar todas las clases a estos alumnos, salvo para las materias científicas, que imparte otro. En las demás materias (educación física, ética o religión) comparten la misma clase que el resto de sus compañeros de curso.
Casi el 80% de los chavales que recurren a esta vía logran el título de Educación Secundaria Obligatoria (ESO). De ellos, algo más del 50% se matricula en un ciclo formativo de grado medio (la formación profesional básica), alrededor de una cuarta parte saltan al bachillerato y cerca de un 20% salen a buscar trabajo. Algunos, incluso, llegan a graduarse en la universidad. Esta opción está dirigida a los adolescentes que, aunque están motivados para proseguir y culminar sus estudios, no avanzan con el currículo ordinario.
- Cualificación Profesional Inicial. La LOE crea esta nueva alternativa a la que también podrán acceder los alumnos desde los 15 años de forma excepcional. El perfil de los chicos a los que se les propone esta opción es diferente a los de diversificación. Se trata, básicamente, de chavales absolutamente faltos de motivación por el estudio; es decir, los que no muestran ningún interés por avanzar en sus estudios, sino que simplemente están en el instituto a la espera de que termine la escolarización obligatoria.
Este programa se divide en dos. Por una parte, se trata de que los chicos, mientras siguen avanzando en contenidos de cultura general, obtengan una titulación profesional homologable en Europa. El Ministerio de Educación está dialogando con el de Trabajo para rediseñar estos estudios. Ésa sería la diferencia con los programas de Garantía Social a los que sustituye, ya que la consecución de éstos no reportaba ninguna titulación oficial. Por otra parte, los chicos siguen teniendo la opción de obtener el graduado en ESO a través de unos cursos (módulos) que se pueden compaginar con los anteriores. Y esto es lo que les diferencia con los itinerarios impulsados por el PP. Con éstos, aunque teóricamente se podía seguir con los estudios, "en la práctica era casi imposible reincorporarse", explica Miguel Soler, uno de los creadores hace 10 años desde el Ministerio de Educación de los programas de diversificación curricular.
- Opción autonómica. Soler explica que la LOE deja abierta la posibilidad para que las comunidades autónomas diseñen sus propios programas de atención a los "alumnos que manifiesten dificultades especiales de aprendizaje o de integración en la actividad ordinaria de los centros y a los alumnos de alta capacidad intelectual", dice textualmente el artículo 26.5 de la ley. Como ejemplo, Soler cita una propuesta presentada en la Comunidad Valenciana. Se trata de unos talleres orientados a la inserción laboral que se ofrecen mitad en el instituto, mitad fuera de él (por ejemplo, en ayuntamientos u ONG). Estos talleres estarían destinados a intentar reenganchar en el sistema educativo a chicos "que corren grave riesgo de exclusión social o no encajan en el perfil para diversificación o la cualificación profesional", explica Soler. La parte que recibirían fuera de la escuela estaría destinada a afianzar habilidades básicas de la vida cotidiana como "saber cómo pedir una hipoteca o reclamar en un ayuntamiento". De lo que se trata, para Miguel Soler, es de ofrecer "el máximo de opciones para que todos los alumnos tengan siempre una vía para poder reincorporarse al sistema educativo".
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