Retrato de las Brigadas

Las Brigadas Internacionales han tenido al mismo tiempo entre nosotros buena prensa y mala historia. En 1996, la conmemoración del 60º aniversario de la Guerra Civil, última ocasión en que podía participar un número estimable de brigadistas supervivientes, mostró el calado de su presencia en la memoria histórica, desde el punto de vista de la respuesta popular y de la atención de los medios. Ese balance favorable no alcanza, sin embargo, a la historiografía, atascada en el libro de Andreu Castells de los años setenta. El polígrafo César Vidal esgrimió en su libro contra "el mito" los archivos de Moscú, sin llegar a trabajar sobre el archivo específico de las Brigadas anexo al de la Komintern. Y proliferaron las imágenes de confusión, desde el falso brigadista de Tierra y libertad hasta la puesta al nivel de los voluntarios fascistas italianos y de los divisionarios azules en Rusia de Extranjeros de sí mismos, el documental de Rioyo y Linares.

La publicación de una obra de calidad excepcional como es Novedad en el frente, de Rémi Skoutelsky, viene así a cubrir un vacío historiográfico de primera importancia, que concierne tanto a la Guerra Civil como al estudio del comunismo y del antifascismo en los años treinta. El autor sigue la recomendación de su director de tesis, Antoine Prost: "El desafío que los historiadores deben afrontar en la actualidad consiste en transformar en historia la demanda de memoria de sus contemporáneos". Ello implica la adopción de métodos científicos de análisis y de un enfoque crítico, capaz de imponerse a las preferencias del autor, en este caso visiblemente favorable a los republicanos. Skoutelsky ve en la contribución a la génesis de las Brigadas de corrientes plurales antifascistas, eso sí por impulso y bajo la dirección de la Komintern, un factor con frecuencia olvidado en la construcción de la Europa democrática. Lo cual en momento alguno le ciega a la hora de dar cuenta de la acumulación de puntos oscuros, y muchas veces oscuros y trágicos, en la trayectoria de las mismas.

El trabajo sobre un repertorio

muy amplio de archivos, bibliotecas y fuentes de historia oral, hace posible una reconstrucción muy precisa, a veces minuciosa, de la formación de las Brigadas y de su andadura militar, batalla a batalla, desde la defensa de Madrid hasta más allá del emotivo desfile de despedida en Barcelona.

de la formación de las Brigadas y de su andadura militar, batalla a batalla, desde la defensa de Madrid hasta más allá del emotivo desfile de despedida en Barcelona. Es la imagen de una heroica fuerza de choque, utilizada una y otra vez, en ocasiones con desesperante incompetencia técnica, a lo largo de la guerra. El coste que ese empleo permanente tuvo para los brigadistas, tanto por las pérdidas en hombres como por el desgaste físico y moral, es reflejado por Skoutelsky con una enorme riqueza de datos hasta configurar un cuadro trágico. La cara positiva de la relación entre los brigadistas internacionales y el pueblo republicano tiene como contrapartida la sensación de que "son tratados como una legión extranjera que sirve para ser sacrificada". Los deseos de repatriación y las deserciones son el reflejo de esa circunstancia a escala individual.

Pero Novedad en el frente no

es sólo el relato de una peripecia político-militar. Skoutelsky reconstruye el itinerario de los brigadistas desde su enrolamiento a su intervención en los movimientos de resistencia durante la Segunda Guerra Mundial. Figura emblemática: Rol-Tanguy. Analiza las causas del alistamiento, mayoritaria pero no exclusivamente comunista, de base obrera, con frecuencia ligado a la experiencia del Frente Popular o a las luchas políticas de cada país. Describe el modelo organizativo, el alcance de la represión interna, así como el papel de unas relaciones jerárquicas fijadas desde el principio: "Eran una emanación de la Internacional Comunista y siguieron estando controladas por ella". Pero fueron una estructura de estalinismo imperfecto -no por falta de voluntad, sino de coordinación-, orientada no a la formación de un poder comunista, sino a apuntalar la República en su flanco más débil, el militar.

Una referencia última ha de corresponder a la traducción, que presenta reiterados galicismos. Así "grande route" es carretera principal, no "gran ruta".