El respeto a los derechos bovinos
Agricultura se escuda de nuevo en la "confidencialidad" para negar a un parlamentario datos de vacas de Quintana
Gonzalo Sáenz de Samaniego, consejero de Agricultura y Pesca, ha vuelto a negar al parlamentario del PP Roberto Blanco los números de identificación (los crotales) de las reses que se han llevado al matadero, y han sido consumidas bajo la garantía del label vasco de calidad, procedentes de las explotaciones de la familia de José Fernando Quintana, ex juntero del PNV, veterinario y ex gerente de la cooperativa Abeltzain. Quintana fue despedido de Abeltzain, la cooperativa encargada de la sanidad animal de Álava, el pasado diciembre y tiene abierto un expediente de inhabilitación como veterinario por las supuestas irregularidades de identificación y sanidad en las explotaciones de su familia.
La información que el Gobierno no facilita al PP debe incluirla de forma obligatoria en las etiquetas de la carne
Samaniego negó en noviembre al PP los mismos datos y alegó que la Fundación Kalitatea, que controla el certificado de garantía Eusko Label y depende de su departamento, se muestra especialmente respetuosa con la "confidencialidad" de los datos, particularmente los de las vacas. "Es un requisito básico exigido por la normativa", dijo entonces en su respuesta. Dos meses después vuelve a usar igual argumento.
Blanco pregunta directamente al consejero si la publicación del número de crotal de las vacas puede afectar a la "intimidad" de los animales. La respuesta de Samaniego es escueta: "La pregunta se contesta por sí misma".
El parlamentario cita después el Reglamento 1760/2000 de la UE, que regula el etiquetado de carne de vacuno y establece que es obligatorio precisar el número de identificación. Así, se pregunta por qué no se le pueden facilitar a un parlamentario los crotales cuando es preceptivo que figuren en las etiquetas.
El titular de Agricultura ratifica que el crotal ha figurado en las etiquetas a disposición de los consumidores y que, sin embargo, "la confidencialidad" que impone la norma UNE-EN 45011 impide que Kalitatea dé los datos al parlamentario. "El consumidor tiene todas las garantías en el momento de la compra o, lo que es lo mismo, cuando se comercializa la carne", dice el consejero. Blanco, que se plantea pedir el amparo de la Mesa del Parlamento por la negativa del Gobierno a ofrecerle dichos datos, se pregunta "cómo es posible controlar la gestión de Kalitatea, una institución pública, si niegan a dar los datos".
El representante del PP hace esta pregunta habida cuenta de los datos, publicados por este diario, que afectan al label de calidad en el caso Quintana. La primera pregunta del parlamentario popular citaba la sentencia que condenó el pasado mayo a Eduardo Quintana, padre del ex juntero peneuvista, por estafa y falsedad en documento público.
En el procedimiento estaban acusados el padre, el hijo, la compañera sentimental de éste y su cuñado. La sentencia se dictó por conformidad (acuerdo de las partes) y sobreseyó provisionalmente un delito contra la salud pública. El fallo establece como hechos probados que 29 animales de distintas explotaciones del grupo familiar fueron enviados al matadero con números de identificación correspondientes a otros ya muertos y por los que se había cobrado el seguro. De ninguna de estas reses, que suplantaron a las muertas y llegaron al consumidor, se conoce su edad, origen, ni condición sanitaria.
En su respuesta inicial, Sáenz de Samaniego reconoció que los consumidores adquirieron, garantizada por el label, carne de 20 reses desconocidas. Las explotaciones del grupo familiar han sacrificado hasta el pasado 30 de septiembre un total de 4.674 animales que han recibido el Eusko Label, como confirmó en su respuesta el propio consejero.
Blanco aseguró ayer a este diario que insiste en conocer el número de identificación de todas estas reses para poder confirmar si ha habido más casos irregulares y si se está realmente garantizando la carne que llega al consumidor final con etiqueta label.
De las cinco explotaciones del citado grupo familiar, cuatro están integradas en el Eusko Label. Ninguna de ellas ha sido dada de baja, según la respuesta de Sáenz de Samaniego de noviembre. El consejero aseguró que la familia Quintana ya no lleva vacas a matar para que reciban el label. Por este motivo, no recibe la llamada prima de sacrificio. Sin embargo, sí cobra un complemento a la subvención por vacas nodrizas.
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