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Fernández de la Vega considera que habrá un buen acuerdo, "pero si no sale no pasa nada"

Carlos E. Cué

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, se mostró ayer optimista sobre la posibilidad de que se alcance un pacto en la negociación del Estatuto catalán, incluso a finales de esta semana, pero trató de restar dramatismo a la hipótesis del fracaso: "Yo creo que habrá Estatuto, un buen Estatuto, pero si no sale no pasa nada. Será una pena, pero lo intentaremos en otra ocasión. Al menos podremos decir que lo hemos intentado con transparencia, porque la negociación está siendo prácticamente radiada", ironizó la número dos del Gobierno.

La vicepresidenta, que intervino en el Foro Abc, lanzó mensajes positivos hacia Cataluña: "Creemos que ha llegado el momento de hacer estas reformas, de mejorar las relaciones de Cataluña con España, de garantizar la suficiencia económica de la Generalitat", explicó. Pero a la vez trasladó ideas tranquilizadoras a quienes, especialmente desde su partido, han mostrado algunos resquemores sobre el texto. "El modelo de financiación será generalizable. Cualquier principio que se apruebe en el Estatuto y pueda influir sobre la financiación de todas las comunidades tendrá que cerrarse después por la vía de la multilateralidad, en el ámbito del Consejo de Política Fiscal y Financiera y con arreglo a las leyes".

De la Vega garantizó además que, después de que se apruebe la reforma, el Estado "va a seguir garantizando la cohesión territorial, la solidaridad entre comunidades autónomas y la suficiencia de unos servicios mínimos similares en todos los territorios".

La vicepresidenta se ocupó también de tranquilizar a quienes temen que se pueda poner en cuestión que en España hay una sola nación. Dijo que hay que respetar el "sentimiento muy fuerte de identidad que hay en Cataluña", pero sin que eso entre en colisión con el artículo 2 de la Constitución, que habla de la nación española. La vicepresidenta recordó que la opción del PSOE es que figure en el Estatuto, pero sólo en el preámbulo: "Ese sentimiento tiene que tener un reconocimiento público aunque sin efectos jurídicos", explicó Fernández de la Vega.

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