Sharon sigue en coma tras ser sometido a una traqueotomía

No despierta del coma el veterano político israelí Ariel Sharon, sometido a continuas pruebas médicas desde que el 4 de enero sufriera tres hemorragias cerebrales masivas. Anoche se le practicó una traqueotomía para facilitar su respiración sin asistencia mecánica, mientras la clase política y el fiscal general, Menahem Mazuz, se afanan por llenar el vacío político que deja tras de sí el ex general. Mazuz, mediante un comunicado, aseguró que Sharon sólo está incapacitado temporalmente.

La invalidez temporal es suficiente para que su sucesor, Ehud Olmert, ejerza como primer ministro hasta las elecciones del 28 de marzo. Nadie tiene esperanzas de que el enfermo pueda reincorporarse a la vida política. La traqueotomía no es una operación que revista especial riesgo, según los doctores, pero desde que se le empezó a retirar la sedación, hace una semana, Sharon ha respondido con ligeros movimientos de sus extremidades y los médicos afirman que ambos hemisferios cerebrales registran actividad. Pero añaden que el ex gobernante puede permanecer sin despertar semanas o meses. O fallecer en cualquier momento.

El fiscal general comunicó ayer al jefe del Ejecutivo en funciones que continuará en el cargo hasta los comicios. Dado que los informes médicos del hospital Hadassah de Jerusalén no permiten a Mazuz declarar la invalidez definitiva -una medida irreversible jurídicamente-, el alto funcionario se ha decantado por la incapacidad temporal. La coyuntura política no aconsejaba más demoras. Olmert acapara, hasta que esta semana proceda a nuevos nombramientos en su Gabinete, 14 carteras, después de que los ministros laboristas dimitieran en noviembre y los del Likud lo hicieran durante el fin de semana contra su voluntad. Se lo impuso el líder del partido, Benjamín Netanyahu, con modos que han desatado agrias reacciones de los dimisionarios. Nunca había sucedido en la historia de Israel que un jefe del Ejecutivo tuviera que dirigir 14 departamentos.

Elecciones, el 28 de marzo

La Ley Básica del Gobierno establece que si el primer ministro no se recupera de su incapacidad en un periodo de cien días, ésta será declarada permanente. En el caso de Sharon poco importa, porque él mismo había convocado elecciones para el 28 de marzo, y esa fecha no sobrepasa el citado plazo.

Quien sí ha estado atento a los plazos ha sido Simón Peres. El ex dirigente laborista todavía no se ha dado de baja en este partido, a pesar de que apoya a Kadima, la formación creada por Sharon tras la escisión del Likud, con la que se presentará a las elecciones. Peres dimitió ayer como parlamentario porque la mencionada ley establece que para ser designado miembro del Gobierno es necesario pertenecer al grupo parlamentario del primer ministro. Sin renunciar como diputado laborista, no podría aspirar a una de las carteras que distribuirá Olmert esta semana.

Nada apunta a que Peres ostentará el cargo que ansía. Aunque anoche estaba previsto que partiera hacia Estados Unidos para entrevistarse con miembros de la Administración Bush, los dirigentes de Kadima han anunciado en jornadas anteriores que el Ministerio de Exteriores será ocupado por Tzipi Livni, una mujer de 47 años fiel aliada de Sharon en los difíciles momentos en que el primer ministro sufría más acoso dentro de su antiguo partido por su decisión de evacuar la franja de Gaza.

Los devaneos de Peres -a quien el nuevo líder laborista, Amir Peretz, ha pretendido hacer retornar al que fuera su hogar político- no son del agrado de los mandamases de Kadima. Es previsible que Olmert cumpla la promesa que Sharon hizo a Peres y que el Nobel de la Paz asuma en el futuro alguna función relacionada con el proceso de paz con los palestinos.