El ex gobernador de EE UU en Irak censura la actuación de las tropas españolas en Nayaf
Bremer afirma en un libro que los soldados estaban "sentados en sus carros sin hacer nada"
Paul Bremer, gobernador de Estados Unidos en Irak de mayo de 2003 a junio de 2004, critica duramente en su libro Mi año en Irak la actuación de las tropas españolas destacadas en Nayaf durante las crisis con las milicias del líder radical chií Muqtada al Sadr. Bremer, ignorante de las reglas que regulaban la acción de los españoles en Irak, escribe en su libro: "[Los militares españoles] han adoptado la posición de que a no ser que se les dispare, no entrarán en combate. (...) Están sentados en carros de combate en su campamento sin hacer nada. Es un escándalo".
Bremer relata que en octubre de 2003 se reúne con el general Ricardo Sánchez, jefe del despliegue militar. Éste dice que necesita "de 24 a 48 horas" para reunir tropas que respalden a la policía iraquí. "¿Por qué? ¿No hay fuerzas de reacción rápida allí?", se extraña Bremer. "No", responde Sánchez. "Los marines han sido sustituidos por tropas de la coalición. (...) El mando español en Nayaf rehúsa cooperar. Dice que ir a una ciudad para este tipo de misión viola sus instrucciones".
"Yo me entrevisté en Washington con Bremer en presencia de la ministra Ana Palacio y no nos dijo nada", señaló ayer a este diario Javier Rupérez, entonces embajador español en EE UU. "Al contrario, manifestó su agradecimiento, como hizo siempre el Gobierno", dice el diplomático. "La misión española se envió después de la guerra, para una misión humanitaria y de estabilización y con unas reglas de combate correspondientes a esa misión, no a una misión bélica. Jamás recibí una queja".
Bremer detalla que en marzo de 2004, 60 hombres de Muqtada toman la mezquita de Kufa. Recuerda que dijo: "Si es la cabeza de la serpiente, tratemos de separarla del cuerpo". "No es tan sencillo", contestó el coordinador regional, Mike Gfoeller; "las tropas españolas, responsables de Nayaf, no quieren dar ningún paso". A continuación, Bremen escribe: "Su falta de resolución [en alusión a las tropas españolas] envalentonaba a Muqtada. (...) Corremos el riesgo de perder el control de toda la maldita zona. Los españoles se niegan a actuar". Días después, el 4 abril 2004, Sánchez llama a Bremer: "La gente de Muqtada (...) parece que piensa que pueden desbordar a los españoles". En síntesis, Bremer detalla así esa jornada:
- "12.27: El general Fulgencio Coll, mando español en Nayaf, ha estado intentando negociar con los grupos de Muqtada que querían la libertad de uno de sus lugartenientes. (...) Esta mañana, los españoles han dado a conocer un estúpido comunicado sobre la detención de Yacoubi, diciendo que ellos no habían llevado a cabo la operación, que se había hecho 'por la Coalición desde Bagdad' porque Yacoubi había matado a un soldado americano. He dado instrucciones para que el Ministerio del Interior explique que Yacoubi fue arrestado a partir de una orden de detención iraquí por el asesinato del ayatolá Khoei. El comunicado español debería ser desautorizado de raíz".
- "12.41. El cuartel de la Coalición en Nayaf es atacado. Piden refuerzos. Los salvadoreños están luchando y los españoles rehúsan hacerlo. (...) Llamé al embajador español y le eché una bronca. Me dijo que no estaba informado pero que se pondría en contacto con Madrid".
- "15.10. Ana Palacio, la ministra de Exteriores, llamó desde Madrid para decir que no sabía nada de los problemas en Nayaf, que había hablado con el primer ministro y que él no se creía el informe sobre el comportamiento de los españoles. Volví a hablar con el general Weber
[número dos de Sánchez]. Dice que los españoles siguen sin hacer nada. Han adoptado la posición de que a no ser que se les dispare directamente, no entrarán en combate, a pesar de que estadounidenses e iraquíes están muriendo ante sus ojos. Están sentados en carros de combate en su campamento sin hacer nada. Es un escándalo. Habría que llamarlo 'la Coalición de los no dispuestos en absoluto".
El 5 de abril cesan los ataques. Bremer recapitula: "Los salvadoreños y los hondureños pelearon, pero las fuerzas españolas de infantería mecanizadas no participaron". El gobernador es informado de que el general Coll "quiere ofrecer el gobierno local a un mando de la milicia", al que su "servicio de inteligencia había identificado como un posible agente iraní, (aunque Coll podría no estar al tanto de esta información)". El diplomático reacciona así: "Díganle al general Coll que deje de meterse en líos políticos y que empiece a cumplir las órdenes. Sólo yo tengo autoridad para nombrar gobernadores".
Bremer, al que se hace responsable de buena parte de la catastrófica gestión de la posguerra en Irak, acusa en su libro a la Casa Blanca y al Pentágono, entre otras altas instancias, de no haber atendido su solicitud de enviar más tropas.
El Pentágono, por su parte, dijo ayer que España fue "un importante miembro de la coalición, un significante contribuyente de tropas y un vital participante en los esfuerzos de desarrollo de un Irak libre".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.