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Los músicos empiezan a usar el celular para estrenar canciones

Las compañías discográficas han encontrado en la telefonía móvil un aliado estratégico inesperado para amortiguar la crisis en que la piratería ha sumido al sector. Los tonos para móviles, en sus variantes polifónicas o reales, se han erigido en una creciente fuente de ingresos. En Estados Unidos, el fenómeno ha llegado un paso más lejos con la nueva política de estrenar canciones para su uso en celulares antes incluso de que empiecen a sonar en las principales radios o se encuentren disponibles en los servicios de descarga legal más populares de la Red, como iTunes.

Artistas como Madonna y distintos grupos de hip-hop son los nombres pioneros en esta modalidad. En España, Sony-BMG también realizó un experimento similar con las nuevas canciones del dúo Estopa. Durante cuatro días, la discográfica regaló las descargas para móvil de cuatro temas de Voces de ultrarrumba, el nuevo álbum de los hermanos Muñoz, a aquellos usuarios que se acercaron por los puntos de información dispuestos en las estaciones ferroviarias de Atocha (Madrid) y Sans (Barcelona). El disco llegó a las tiendas 10 días más tarde.

Pero lo que en España es aún un modelo de negocio balbuceante genera ya operaciones de varios millones de dólares al otro lado del Atlántico. Madonna ha vendido cientos de miles de descargas para teléfonos de su sencillo Hung up, en el que se han introducido versos como éstos: "Estoy colgada a ti / esperando que me llames". Más espectacular todavía es el caso del grupo de hip-hop Down 4 Life (D4L), afincado en Atlanta y desconocido hasta hace muy poco. Sus integrantes invirtieron en agosto apenas 30 minutos de estudio para registrar el tema Laffy taffy, destinado sólo a páginas web que ofertan melodías para móviles. En la actualidad, Laffy taffy, un tema en estilo snap (con silbidos y palmadas de los raperos), acumula más de medio millón de descargas a razón de 2,5 dólares cada una. Las descargas para móviles -ring tones en la jerga anglosajona- "son los sencillos del futuro", según Todd Moscowitz, el presidente de la filial que Warner ha desarrollado para esta modalidad de explotación. Estos ring tones generaron en el mercado estadounidense unos 4.270 millones de euros a lo largo de 2004. Otras figuras emergentes del rap, como Mike Jones o Paul Wall, han basado en la telefonía móvil su irrupción en el panorama artístico. Todas las filiales españolas de los gigantes discográficos (Universal, Sony-BMG, Warner y EMI) cuentan ya con un departamento de New media que engloba las distintas utilizaciones de su repertorio en los nuevos entornos digitales. "Puede que aún representemos sólo un 5% de la facturación total de la compañía", calcula Daniel Montes, responsable de esta área en Sony-BMG, "pero el crecimiento es exponencial". Francisco Gómez, su homólogo en EMI, vaticina que las descargas digitales representarán la mitad del negocio discográfico en apenas tres o cuatro años.

"Bajarte música para el móvil cuenta con el atractivo del impulso inmediato", razona Gómez. "Desde que escuchas una canción en la radio o lees una buena crítica hasta que llegas a una tienda de discos puede transcurrir demasiado tiempo. En cambio, el teléfono celular te permite aprovechar tiempos muertos".

Una docena de firmas españolas del sector ya se han agrupado en la Asociación de Empresas de Servicios a Móviles (AESAM) para consolidar esta actividad, que ofrecen los tonos reales entre 1,74 y 2,32 euros.

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