EE UU critica el uso de la energía para ejercer presión política

El Gobierno de Estados Unidos ha reaccionado con cautela y un lenguaje calculado ante el corte del suministro de gas a Ucrania por parte de Rusia. Un portavoz del Departamento de Estado habló del peligro que implica el uso de las fuentes de energía como herramienta política y lamentó la decisión del Gobierno de Moscú, pero evitó criticar abiertamente a los dirigentes del Kremlin.

A falta de declaraciones públicas -el presidente George W. Bush se reincorporó ayer a su despacho oficial en la Casa Blanca-, el portavoz citado firmó un comunicado en el que el Gobierno de Estados Unidos lamentaba la disputa entre Rusia y Ucrania y la medida que ha adoptado este último Gobierno.

Según McCormack, Estados Unidos "lamenta" el corte del suministro de gas en una decisión "abrupta" que puede crear inseguridad en el sector energético de la zona "y plantea interrogantes graves sobre el uso de la energía para ejercer presiones políticas".

"Hemos comunicado tanto a Rusia como a Ucrania", dice la nota del Departamento de Estado, "que apoyamos la evolución de la energía hacia los precios de mercado, pero consideramos que un cambio de este tipo debe producirse poco a poco, no de manera repentina y unilateral". Rusia ha casi quintuplicado la tarifa actual a Ucrania y ahora le exige 185 euros por 1.000 metros cúbicos de gas. Kiev propone 72.

Con tono conciliador, el portavoz del Departamento de Estado concluye el comunicado oficial: "Rusia y Ucrania tienen un interés común en mantener buenas reputaciones como proveedores de gas y como países de tránsito. Estados Unidos ha animado a encontrar una solución comprometida. Mantenemos nuestra esperanza de que ambos lados alcancen una solución que proporcione seguridad energética y estabilidad para todos los implicados".