La fiscalía exculpa al Kremlin de la matanza de Beslán
La investigación oficial concluye que las autoridades rusas "no cometieron errores"
Ni las fuerzas especiales, ni los soldados, ni el grupo de altos funcionarios que dirigió la operación para liberar el colegio Número Uno de Beslán, en septiembre de 2004, "cometieron errores" en su actuación. Ésta es la conclusión a la que han llegado los expertos de la fiscalía que investigaron los trágicos sucesos ocurridos en esa ciudad de la región caucásica rusa de Osetia del Norte, que dejó más de 330 muertos -en su mayoría niños- y unos 700 heridos.
"La comisión de expertos, basándose en los materiales de la causa criminal incoada, llegó a la conclusión de que el actual sistema existente para contrarrestar las acciones de los terroristas no permite garantizar de manera plena la defensa de la población y de los territorios de los atentados terroristas", declaró ayer el vicefiscal general de Rusia, Nikolái Shepel, al anunciar los resultados de la investigación. Esto significa que no se descarta que terroristas armados hasta los dientes puedan nuevamente recorrer kilómetros y kilómetros sin ser detectados, ni detenidos y apoderarse de otra escuela, otro teatro -como ocurrió con el de Dubrovka en Moscú- o cualquier otro lugar público.
Además, tanto los que dirigieron la operación contra el comando checheno que se atrincheró en la escuela convirtiendo en rehenes a más de mil personas "como las unidades del Ministerio del Interior, del Servicio Federal de Seguridad y del Ministerio de Situaciones de Emergencia se guiaron por las leyes federales y por las órdenes y directivas dadas y tomadas basándose en la legislación federal y tomando en consideración cómo se desarrollaban los acontecimientos de los días 1 al 3 de septiembre de 2004", agregó Shepel.
Las conclusiones de la investigación ordenada por la fiscalía son una bofetada para las familias de las víctimas, que acusan a las fuerzas de seguridad, a la policía y a quienes dirigieron la operación de incompetencia. Para muchos, ellos son tan culpables de las muertes de sus seres queridos como los terroristas.
El asalto a la escuela se produjo después de que en el interior del gimnasio, donde los terroristas habían encerrado a los rehenes, estallase una de las bombas que había instalado el comando de chechenos separatistas. Hasta el día de hoy no está claro qué fue lo que produjo esa explosión, si las acciones de los que querían liberar a los escolares o las de los terroristas. Muchos de los niños que quedaron con vida y que trataron de escapar perecieron al verse en medio del fuego cruzado que estalló entre la policía y las fuerzas especiales, de una parte, y los terroristas de otra.
A fines de noviembre, la comisión investigadora de la tragedia de Beslán formada por el Parlamento de Osetia del Norte presentó sus conclusiones en las que sí criticaba la actuación de los responsables de liberar la escuela Número Uno y mostraba la incompetencia de algunas instituciones.
Aunque las autoridades en un principio lo negaron, gracias a las investigaciones de los parlamentarios norosetios y rusos, más tarde se vieron obligadas a reconocer que en el asalto a la escuela hubo tanques que dispararon contra el recinto y también se usaron lanzallamas. Los responsables explican que se hizo para acabar con los terroristas y ocurrió cuando ya no quedaban niños en la escuela, afirmación que es puesta en duda por muchos parientes de las escolares. Decenas de niños murieron carbonizados y no está claro que todos fueran víctimas del incendio que se desató en el gimnasio después de la explosión. Hay quien sostiene que algunos perecieron por efecto de los lanzallamas.
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