Zapatero dota el Plan Asia con 500 millones de ayudas a las empresas

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, presentó ayer el Plan Asia para el periodo 2005-2008, segunda edición de este programa iniciado en el año 2000 con escasos resultados. El segundo plan tiene como novedad que incorpora 500 millones de euros en ayudas financieras a las empresas españolas que se interesen en la región. La falta de financiación fue una crítica constante a la primera edición del proyecto.

El plan presentado ayer en la Moncloa, ante el cuerpo diplomático asiático acreditado en Madrid y los principales embajadores de España en la zona, incluye sendos planes integrales de desarrollo de mercados elaborados durante este año por Comercio para China, India y Japón, tres países en los que las empresas españolas tienen escasa implantación y en los que el presidente ve grandes oportunidades de equilibrar el abultado déficit exterior de nuestra economía.

"La cuota demográfica de Asia, sus espectaculares ritmos de crecimiento económico desde hace décadas y su cada vez mayor implicación en los retos y nuevos desafíos que tiene planteada la comunidad internacional justifican un mayor esfuerzo de España por incrementar su presencia en el continente asiático a todos los niveles", dijo Zapatero.

Los esfuerzos realizados hasta ahora en ese sentido han sido, "siendo benevolentes, escasos", según dijo él mismo, ya que las previsiones del primer plan no se cumplieron ni siquiera en el nivel más elemental de incrementar el número de visitas oficiales a la zona. Los Reyes visitarán en febrero Tailandia y Vietnam, mientras que el presidente del Gobierno, que estuvo en julio en China, baraja la idea de viajar en 2006 a la India.

Entre tanto, algunos de los puntos más concretos y destacados del plan se refieren a la apertura de representaciones diplomáticas, que en parte provienen del pasado, ya que tampoco estas previsiones se cumplieron en la anterior etapa.

Cuatro nuevos consulados

Kabul, en Afganistán; Dhaka, en Bangladesh, y Wellington, en Nueva Zelanda, son las tres capitales en las que el Ejecutivo ha decidido abrir embajadas. Habrá también cuatro nuevos consulados generales, en las ciudades chinas de Pekín y Cantón, en Manila y en Bombay. Dos consulados honorarios, en Phnom Penh, la capital de Camboya, y en Phuket, una de las regiones tailandesas más afectadas por el tsunami, completan el plan.

Zapatero destacó la importancia que tiene en el plan la cooperación al desarrollo y la asistencia en caso de catástrofes naturales, que España ha puesto ya en práctica en Pakistán e Indonesia.

"Camboya, Timor y Bangladesh van a ser objeto de la cooperación española, mientras que se mantendrán los niveles de ayuda a los países preferentes de cooperación en la zona, como Vietnam y Filipinas", señaló.

China, India y Japón, los tres países ya mencionados en el contexto de los planes integrales de desarrollo de mercados, son, en cambio, los objetivos elegidos para la cooperación económica, que, según insistió el presidente, se mueve en niveles muy inferiores al del resto de Europa.

"Sólo un 0,4% del total de nuestras exportaciones tienen como destino a China, mientras que Alemania alcanza el 6% de las suyas", comentó, antes de afirmar: "España no puede permitirse el lujo de seguir ausente de una región en la que nuestro principales aliados políticos, que son, al mismo tiempo, importantes competidores comerciales, llevan mucho tiempo ya instalados e intensificando su acción".

En el ámbito de la cultura, Zapatero anunció la apertura de cinco nuevas sedes del Instituto Cervantes, en Pekín, Tokio, Sidney y en dos ciudades por decidir de Corea del Sur y de la India.