Manuel Hidalgo publica 'El testigo indiscreto'

El escritor Manuel Hidalgo, novelista, periodista y guionista, se ha pasado la vida viendo cine y contándolo; su experiencia, en la que también figura su propia escritura cinematográfica, aparece ahora en un libro, El testigo indiscreto (T&B Editores), que prologa David Trueba y en el que narra sus opiniones sobre Groucho Marx, Woody Allen, Luis Buñuel, Hitchcock, Katharine Hepburn, Stanley Kubrick, Pedro Almodóvar y François Truffaut, entre otros.

El libro es también "una autobiografía cinematográfica" de Manuel Hidalgo, que alimentó su profesión de periodista y crítico en publicaciones como Fotogramas, y prosiguió en revistas o diarios como Cambio 16 y Diario 16. Desde hace años, cumple ésta y otras tareas en el diario El Mundo. En su prólogo, David Trueba señala que en este libro se entrecruzan el cine y la vida, la escritura y la observación. "Escribir de cine", subraya, "es una tarea personal, entregada, es componer lo que hoy se llama un canon. (...) A veces el canon está lleno de tachones, correcciones, incoherencias; contaminado por el sentido del gusto o del disgusto, las bajas pasiones o los accidentes personales. Luego el que escribe de cine escribe, en el fondo, de sí mismo. En realidad, quien escribe de cine está contando la autobiografía de un espectador".

Bandolero melancólico

Por otra parte, Ocho y Medio acaba de publicar Sancho Gracia, la fuerza del bandolero melancólico, una larga entrevista con el actor de Curro Jiménez realizada por el periodista Juan Cruz. Aparte de la entrevista que da cuerpo al volumen, editado con motivo del reciente homenaje que recibió el actor en el Festival de Huelva, se recogen opiniones de algunos de los directores o colegas que han trabajado con Sancho Gracia, entre ellos, Rafael Azcona, Enrique Urbizu y Álex de la Iglesia.

En la entrevista principal, el actor confiesa detalles de su vida íntima, desde su infancia en Madrid a su juventud en Montevideo y los años en que tuvo que luchar contra una enfermedad que no le quitó la energía para seguir actuando o produciendo. Particularmente emotivo es su recuerdo de cuando aceptó de Enrique Urbizu el reto de actuar, convaleciente aún de una operación decisiva.