Los dibujos animados conquistan el MOMA
El Museo de Arte Moderno neoyorquino dedica una exposición a los creadores de 'Los increíbles' y 'Toy story'
Los increíbles, Buscando a Nemo, Monstruos, S.A., o la saga Toy story, concebidas por los estudios Pixar, son películas generadas por ordenador cuyo impacto en el desarrollo del cine de animación actual sólo es comparable al que tuvieron los filmes Blancanieves o Dumbo, grandes éxitos de Walt Disney, hace casi setenta años. Y tanto entonces como ahora, el Museum of Modern Art (MOMA) de Nueva York ha querido demostrar su apoyo a este género artístico a través de una exposición.
Si en 1942 el MOMA le abría sus puertas a la muestra Bambi: cómo se hace una película animada sonora, esta vez el museo se ha atrevido a arriesgar bastante más que entonces y ha organizado la mayor restrospectiva de su historia dedicada a un estudio de animación bajo el título Pixar: veinte años de animación.
John Lasseter: "La animación en ordenador es una de las artes más modernas del mundo"
Ralph Eaggleston: "Los de Pixar somos a la vez animadores y cineastas"
Pero en lugar de sumergirse en el mundo de la programación o la informática, en la muestra se reúnen más de 500 dibujos y esculturas de casi 80 artistas que ilustran el proceso artístico previo a la generación de imágenes digitales (CGI). Aunque el valor de los estudios Pixar radique precisamente en el reto visual y tecnológico planteado a través de la animación digital, de la que han sido pioneros, esta exposición, que podrá verse hasta el 6 de febrero y después viajará al Museo de las Ciencias de Londres, ofrece una perspectiva inusual del trabajo artístico que precede a la creación digital.
"La animación por ordenador es una de las artes más modernas del mundo, y éste es un museo de arte moderno", declaró a este diario durante la inauguración John Lasseter, vicepresidente de Pixar y director entre otras de Toy story y Bichos. "Yo siempre soñé con poder mostrar aquí el trabajo que normalmente nadie ve, el trabajo que nosotros hacemos antes de empezar con las máquinas. Son miles de dibujos, desde los más básicos a los más elaborados. Las imágenes no llegan solas al ordenador. Detrás hay mucho trabajo que pertenece a lo que se llamaría animación tradicional, y espero que, con esta selección, el público pueda entender un poco mejor cómo hacemos nuestras películas".
Para Lasseter, uno de los conceptos fundamentales que había que mostrar en una exposición así eran los guiones de color, "porque son una de las partes clave en las que se apoya cualquier película animada, ya sea digital o no", aseguró. Se trata de dibujos que recogen los escenarios, el color y la luz de toda la película, de modo que, cuando hay que volver a generar esas imágenes por ordenador, el artista que se sienta frente a la computadora ya tiene una referencia creativa. "Para llegar al guión de color trabajamos como cualquier otro cineasta del medio. Buscamos localizaciones, ideamos vestuario, decidimos el tipo de luz que va a tener la película... la única diferencia es que lo ponemos en papel y después en ordenador, en lugar de en adaptarlo a lo que serían dimensiones reales", explicó Tia Kretter, directora de arte de Cars, el próximo largometraje que saldrá de la factoría Pixar en junio de 2006.
Junto a los guiones de color se muestran también dibujos a lápiz, carboncillo o pastel de artistas como Bill Cone, un diseñador de producción que ha trabajado en filmes como Toy story y que aseguraba: "Estar en el MOMA es como recibir el reconocimiento al trabajo de toda una vida, pero lo mejor es que es un reconocimiento colectivo, aquí no hay un artista que destaque más que otro. Todos somos igualmente necesarios porque la animación es un trabajo de equipo", aseguró.
Ralph Eaggleston, uno de los talentos más célebres de Pixar, explicaba, en cambio, que entre su trabajo de animadores y el de cineastas no hay diferencia. "Somos ambas cosas", aclaraba. Quizá por eso, los seis largometrajes y los once cortometrajes que han salido de Pixar en dos décadas y que han obtenido cientos de premios, incluidos más de una decena de oscars de Hollywood, están considerados entre las mejores películas del cine actual. "Si son buenas es porque hacemos filmes que también nos gustaría ver a nosotros. En Pixar nos tenemos que divertir haciendo un proyecto; es casi una ley. Y eso después le llega a la audiencia", afirmaba Kretter.
Uno de los personajes más célebres nacidos en Pixar en los últimos años es Edna, la excéntrica diseñadora italiana de la película Los increíbles. El MOMA expone toda una serie de dibujos y collages desarrollados por artistas como Teddy Newton, que muestran cómo se concibió al personaje desde que era un simple atisbo de tres trazos en un papel hasta su elaborada imagen final.
En la muestra también hay numerosas esculturas en resina, con las que los animadores juegan hasta que consiguen crear exactamente al personaje que tienen en la cabeza. En una vitrina hay diversas versiones de Sullivan, uno de los monstruos de Monstruos, S.A., que permiten entender cómo Jerome Ranft, uno de sus creadores, trabajó desde el concepto de feo monstruo inicial hasta la entrañable criatura que llegó a los cines.
Según Roberta Smith, del diario The New York Times, la exposición tiene un impacto "más educacional que artístico", y es importante porque "la animación digital puede llegar a ser tan importante en el siglo XXI como el cine lo fue en el siglo XX".
No obstante, la analista afirma que "es mucho más entretenido ver el mágico producto final, las películas, que el proceso". Para los que piensan como ella, el MOMA también muestra todas las películas de Pixar y estrena One Man band, su último cortometraje.
Babelia
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